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Desde unos sosos carteles sin datar en los que se anunciaba el Día de Internacional de la Mujer «como una fiesta más», hasta los mensaje del 8M mucho más reivindicativos de los últimos años en los que se hace un llamamiento directo al feminismo. Así es como se muestra, de una forma cronológica, «la historia del feminismo de Gijón a través de sus mensajes», en una exposición inaugurada ayer en el Centro Municipal Integrado de La Arena. La muestra es una de las actividades destacadas en la ciudad para conmemorar el 8M, destacó Goretti Avello, directora de Igualdad del Ayuntamiento.
Los actos por el 8M en Gijón giran en torno al centenario del fallecimiento de Rosario de Acuña, «una figura feminista icónica». El repaso de los mensajes por el Día de la Mujer de los últimos 31 años –el primer cartel datado que se conoce es de 1991– supone «una mirada hacia atrás en los derechos conseguidos, pero también una mirada hacia delante», abundó Avello.
En opinión de la concejala de Educación, Servicios Sociales y Bienestar, Natalia González, se trata de «una representación del trabajo de todo el Consejo de Mujeres de la ciudad y una muestra del trabajo -y la pelea- por la igualdad».
La evolución social del concepto del feminismo y el Día de la Mujer se observa en el cambio mismo de los carteles, los cuales pasan de pequeños mensajes inocuos a llamamientos más claros: como el apoyo a las refugiadas, políticas de igualdad, recuerdo a las víctimas de violencia y equidad laboral. «A día de hoy reivindicamos todo tipo de cosas aunque casi siempre las mismas porque hay un par que se repiten», expuso Victorina Fernández del Consejo de Mujeres, quien añadió que la «mayor presencia del morado» en los carteles «a partir de cierto año, cuando se convierte en el símbolo de la liberación de la mujer».
Del mismo modo, con motivo de la exposición Mujeres Nobel por el 8M, ayer se celebró en la antigua Escuela de Comercio un homenaje a la poetisa chilena Gabriela Mistral. Una figura cultural y feminista de gran peso durante el siglo XX, fue reconocida con el Premio Nobel de Literatura en 1945, siendo «la única mujer en lengua castellana en recibirlo».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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