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Un agente de la Policía Local de Gijón salvó ayer la vida a un octogenario que sufrió un infarto en la calle. La rápida intervención, en los momentos clave, evitó el peor de los resultados. Los hechos tuvieron lugar al mediodía, a la altura del número 5 de la calle Leoncio Suárez, en El Llano, cuando un hombre de 83 años se desplomó en plena vía tras sufrir un infarto. Varios testigos de los hechos alertaron de la situación a las fuerzas de seguridad y a los servicios de emergencia, máxime cuando el hombre no respondía a estímulos y se temía por su vida.
Hasta el lugar se desplazaron en primera instancia agentes de la Policía Local y Nacional, que se encontraron con el hombre desplomado en la vía y en una situación crítica. Fue entonces cuando el agente Gilberto González comenzó in situ a realizarle tareas de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios. El agente comprobó, al revisar su cartera, que la víctima tomaba medicación por problemas de corazón.
Un grupo de personas socorrieron a un octogenario que perdió el conocimiento en el parque Teodoro Cuesta. Su atención mientras llegaron los equipos sanitarios resultó providencial para mantenerlo con vida hasta la llegada de la UCI.
Inmediatamente llegaron las dos hijas del hombre desvanecido, que corroboraron sus dolencias cardíacas y añadieron que en Nochebuena ya había tenido un infarto leve.
Pasadas las 12.30 horas, los sanitarios practicaron las primeras inspecciones y reconocieron que la reanimación había sido clave para salvar la vida de este octogenario, residente en el número 3 de la calle, a escasos metros del suceso. Fue trasladado al hospital de Cabueñes, «ya con color, respirando con oxígeno y con las constantes vitales estables».
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