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Cimavilla vibra en su homenaje a Rambal
Gijón ·
Entre un estruendoso sonido de tambores de las charangas, y con la plaza de Arturo Arias a rebosar, Cimavilla rindió este sábado homenaje a uno de sus vecinos más añorados, Alberto Alonso Blanco, Rambal, de cuyo asesinato acaban de cumplirse 47 años. Fue un acto tan emotivo como festivo, con pasacalles por el barrio, tertulia con algunos de quienes le conocieron e incluso concurso de disfraces. Pero el evento central, el más esperado, fue el descubrimiento de la estatua, obra de Miguel Arrontes, que pretende hacer a Rambal aún más eterno en su Cimavilla del alma. Con presencia de vecinos, curiosos y autoridades y con la música de Rodrigo Cuevas, entre cuyo repertorio destaca desde hace dos años una canción que narra la vida y tragedia del popular transformista que cantaba por Marifé. Un espíritu libre del Barrio Alto, que desde este sábado vuelve a tenerle, si cabe, más presente.