Flor Guardado (Caracas, 1963) es desde hace casi dieciséis años directora del Puerto Deportivo de Gijón, el primero de la región, que cuenta con 630 amarres.
-Creo que con Gijón Azul Impulsa recogerá esa política que desarrolle la actividad náutica de la ciudad. Todos los involucrados aportaremos nuestra experiencia, necesidades y recursos disponibles para llevar a buen término este proyecto, abarcando todos los aspectos: turístico, deportivo, formativo, tecnológico, industrias afines...
-¿De qué punto parte el Puerto Deportivo?
-Desde el punto de vista turístico, tenemos dos ventajas competitivas. Una es nuestra situación estratégica en la Cornisa Cantábrica, por lo que recibimos embarcaciones que hacen su 'check-list' contactando con las empresas de aquí, aprovechando su estancia para repostar combustible y abastecerse de agua y víveres.
-¿Cuál es la otra?
-La situación del puerto dentro de la ciudad, que permite a los tránsitos acceder a todos los servicios a coste cero, con la comodidad que ello supone. El puerto deportivo es puerta de entrada a nuestra región de una media de mil barcos al año en tránsito (salvo el año pasado por la covid-19). Con una media de tres tripulantes y una estancia media de 3,5 días, estamos hablando de 10.500 pernoctaciones que, de acuerdo, se realizan en el puerto, pero el consumo de servicios está ahí. Y muchos aprovechan su estancia para conocer la región.
-¿En qué situación se encuentra el turismo náutico en Gijón?
-En el año 2000 se dio el primer paso para sentar las bases de lo que podría ser el turismo náutico con la creación de la asociación Estación Náutica Gijón Costa Verde, que sirvió para reordenar el sector. Desde entonces el número de empresas ha aumentado, se ha modernizado y tenemos esperanzas de que el 'autoconsumo' crezca como el verano pasado, es decir, que los dueños de los barcos los utilicen más y el alquiler de embarcaciones siga creciendo no solo entre turistas sino entre gijoneses y asturianos. Con la pandemia, el cliente encontró en la náutica una actividad segura, sostenible y con facilidad de contratación de servicios y pago a través de la digitalización. Ese cambio ha venido para quedarse.
-¿Cómo trabajan para desarrollar esa faceta turística?
-Desde la Federación Española de Asociaciones de Puertos Deportivos y la Asociación Nacional de Empresas Náuticas trabajamos con Turespaña para desarrollar la promoción del turismo náutico con nuevos productos. También deberíamos aprovechar sinergias con otros productos que ya están en marcha, como España Verde o el Camino de Santiago. Asistimos a salones náuticos porque en ellos se encuentran representados la mayoría de deportes náuticos y las comunidades autónomas. También poniendo en valor las actividades náuticas que pueden practicarse en la ciudad, pero yo resaltaría una que atrae un turismo de élite: la pesca deportiva de altura, que aún no ha encontrado su sitio. Esperemos que esto cambie.
-En cuanto a esa faceta deportiva, ¿cuál es la situación actual del puerto?
-Tenemos más de quince empresas, clubes y escuelas que tienen su base y desarrollan sus actividades náuticas desde aquí. Llevamos tres años realizando obras para adecuar nuestras instalaciones. De momento no disponemos de más espacio en tierra para seguir apoyando el desarrollo de deportes como la vela, que es el que más nos afecta directamente. Al no haber relevo generacional, algunos de los barcos que se venden se van fuera de Asturias. Hay que eliminar el mito de que la náutica es un deporte elitista. Llegar a los colegios es vital.
-Cada vez son más las empresas que operan con distintas actividades en el puerto. ¿Qué beneficios reportan a la instalación y la ciudad?
-A simple vista se traduce en más oferta, pero también supone más personal contratado, más empresas auxiliares disponibles... En definitiva, toda una industria alrededor de la náutica que está esperándonos.
-Más allá del turismo y el deporte, ¿qué puede aportar el puerto a la economía azul de la ciudad?
-Estamos para sumar. Si hay visión global, el proyecto saldrá adelante. Colaboramos con las empresas náuticas, con startups vinculadas a la recogida de plásticos. Con la Universidad de Oviedo tanto en su cátedra de Biología que estudia la flora y la fauna como en Turismo para las prácticas. Con el Ayuntamiento, para las prácticas y empleo a través de Impulsa. Con el Patronato Deportivo Municipal... Como empresa tenemos la obligación moral de contribuir al desarrollo económico de nuestra ciudad y cuidar del medio ambiente, aunque muchas veces no nos lo pongan fácil. Y claro, sin olvidar que uno de nuestros objetivos es rentabilizar el capital invertido.
-¿Puede servir el puerto deportivo como sede de otro tipo de formaciones?
-En el puerto ya hay empresas que se dedican a la formación de titulaciones náutico deportivas. Nosotros queremos ser un centro de formación de profesionales de la náutica en su parte práctica. Creemos en las sinergias y por eso hemos puesto en marcha un certificado de profesionalidad que está a punto de salir y no será el último.
-Llevan años siendo ejemplo de compromiso ambiental con la obtención de la bandera azul...
-Para el puerto es un compromiso adquirido desde el inicio de la concesión junto a otros certificados de turismo sostenible y responsable. Nos acaba de llegar el diploma que nos reconoce como destino seguro en buenas prácticas avanzadas con respecto al SARS-COV-2. Cada día hay que remar y estas buenas noticias nos dan impulso para seguir apostando por la náutica, el medioambiente y las personas que de un modo u otro estamos vinculadas a la mar.
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