«Me han quemado el coche para vengarse de mí»

Nada más ver lo sucedido, Vázquez tuvo claro quién pudo haberlo hecho. Y es que explicó que ha recibido amenazas verbales por parte del padre de un individuo con quien tuvo problemas. Según indicó a EL COMERCIO, el pasado 24 de agosto de 2019 esta persona «me vino a pegar con un cinturón en una noche de fiesta en Fomento». El incidente terminó con Vázquez herido, «con una brecha en el pómulo y nueve puntos».

El martes por la mañana acudió al juicio por este caso. «Yo salí absuelto y él culpable. Parece ser que esto no le sentó nada bien al padre», contó Vázquez. Es más, asegura que tras el juicio -a las once de la mañana- fue víctima de diversas amenazas por parte del padre de la persona condenada.

«Entre esas amenazas me dejó muy claro que me iba a romper los sesos, tanto a mí como a los testigos, y que me iba a quemar el coche», recordaba ayer la víctima junto a su coche. De hecho, nada más ver lo que había pasado con su vehículo el mismo martes denunció todo lo que le había sucedido.

Además, sostiene que estas amenazas fueron pronunciadas con los testigos del juicio delante e incluso un médico perito de parte. Uno de los esos testigos, Izan Portela, no creyó que pudiera pasar algo así a pesar de haber escuchado las amenazas. «Yo como mucho llegué a pensar que lo podían rayar, pero no esto. Solo habían pasado diez horas tras las amenazas», aseguró Portela.

Ahora, Vázquez reconoce tener «miedo» e insiste que ha sido un «acto de venganza en toda regla». Asimismo, alertó de que «una de las amenazas ya se ha cumplido». «Ahora solo queda tener mucho cuidado», insistió.

En esa misma noche los bomberos acudieron para sofocar el incendio y los agentes de la Policía Local y Nacional estuvieron recabando pruebas que determinarán si las sospechas de Vázquez son acertadas o se trata de un acto más de vandalismo. Y es que, decían en el barrio, en los últimos días varios contenedores habían sido quemados y también habían aparecido varios retrovisores rotos por la misma zona.

Francisco Ruiz, vecino del barrio, aseguró ser una de esas víctimas de esos actos vandálicos y recordó que hace cinco años llegaron a entrar en el garaje «y destrozar los coches». «He tenido rayones, golpes en las puertas e, incluso, me robaron los limpiaparabrisas», asegura Ruiz que no entiende «estos comportamientos». «Esto es una vergüenza», incidió.