La alcaldesa, Carmen Moriyón, acompañada de Ramón Muñoz, director técnico de la Autoridad Portuaria de Gijón, presentó este jueves los resultados de los estudios realizados por la Universidad de Oviedo para encontrar bancos de arena compatible con la de San Lorenzo. Según explicaron ambos, junto ... al geólogo Germán Flor Blanco, han sido localizados cuatro bancos, tres en la bahía de Gijón y uno en Rodiles (Villaviciosa), que son potencialmente utilizables para un hipotético caso de necesidad de regeneración de la playa. Una regeneración que «no se ve necesaria ni adecuada a corto ni medio plazo» por parte de los responsables de El Musel, que son los que han financiado este último estudio. En la bahía de San Lorenzo se ha encontrado una reserva de 1,6 millones de metros cúbicos compatibles y en Villaviciosa, otros 446.000 metros cúbicos. Solo hay algunas diferencias leves en cuanto a tonalidad de color y en la cantidad de composición conchífera.
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Flor Blanco destacó que el arenal gijonés está estable y que sigue ganando volumen de sedimento desde 2014, año crítico por la importante pérdida de arena que se produjo como consecuencia de los temporales que se sucedieron. Según explicó el geólogo, San Lorenzo ha ganado 1.700 metros cúbicos respecto al anterior control topográfico (enero de 2018) y se sitúa en este momento en 38.000 metros cúbicos tras los últimos nueve temporales. «La playa no presenta degradación de sedimento y hay intervalos de ganancia y pérdidas tras los oleajes», aseguró.
Los expertos que asesoran científicamente al Observatorio de la Playa han recomendando realizar aportes procedentes de la zona intermareal para añadir más arena en la zona de El Tostaderu y en la escalera 9, donde están a la vista parte de los bloques del paseo desprendido durante los temporales de febrero y marzo de 2014.
Moriyón y la directora del área de Medio Ambiente, Clara González-Pedraz, explicaron asimismo que se va a estudiar la procedencia del carbón que afloró en invierno y primavera en la playa, para disipar la desconfianza y dudas de quienes en la ciudad no consideran que provenga del Castillo de Salas, la tesis que se viene defendiendo en el Ayuntamiento desde hace años, sino del movimiento de graneles en El Musel. Según avanzaron habrá probablemente que bucear hasta la zona del naufragio para extraer fragmentos de carbón -ya que el Instituto Nacional del Carbón (INCAR) asegura que no conserva material de la carga del barco-, necesarios para cotejar con el mineral recogido en la playa. El Ayuntamiento espera recibir asesoramiento de Javier Cristobo, director del Instituto Oceanográfico, para esta tarea.
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