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La Autoridad Portuaria de Gijón está en disposición de iniciar ya un nuevo rumbo que siga los deberes marcados por Adrián Barbón a ... Nieves Roqueñí en el anuncio de su designación como nueva presidenta de El Musel, que no fueron otros que un puerto «seguro, limpio y abierto» a la ciudad, a través de la necesaria colaboración con los barrios.
Una de las primeras decisiones de Roqueñí fue convocar para el miércoles de la próxima semana la Comisión de coordinación de las empresas contaminantes del puerto, que llevaba sin reunirse desde hace más un año. Ahora, en la agenda de la nueva presidenta del Puerto está analizar en la próxima reunión del consejo de administración de El Musel, previsto para el 31 de marzo, la posibilidad de urbanizar los terrenos portuarios pendientes de cesión al Ayuntamiento de Gijón antes de formalizar esa entrega.
Esta posibilidad que el Puerto pondrá sobre la mesa de la próxima reunión de su máximo órgano de decisión no figuraba entre los planes de Laureano Lourido, que fue el que negoció y firmó con el Gobierno local la operación de venta de 35.000 metros cuadrados de los extintos astilleros de Naval Gijón por 4.647.877 euros, una operación muy criticada por el PSOE local, que defendió que esos terrenos no deberían haber costado un euro a las arcas municipales si la Autoridad Portuaria, a la que acusaban de carecer de compromiso con la ciudad, se hubiera implicado en la regeneración de la zona oeste gijonesa.
Ante este nuevo planteamiento, fuentes municipales, han deslizado la «inquietud» que genera un cambio en el guion establecido para el desarrollo de Naval Azul, uno de los proyectos estrella del actual gobierno local, junto con Tabacalera y la ampliación del Parque Científico y Tecnológico. Si el Puerto de Gijón decide dar un paso adelante en el reclamado compromiso con la ciudad a través de la urbanización de unos terrenos cuya cesión gratuita está pendiente de ratificar formalmente, podría retrasar los planes del Ayuntamiento, que tenía previsto que este año estuviera en marcha para su inauguración antes de que finalice el mandato actual.
La actuación que evaluará el Puerto afectaría a los 3.848,20 metros cuadrados de viales para fines de utilidad pública e interés social, cuya cesión se acordó para el futuro paseo marítimo de 10 metros de ancho que conectará la zona del Acuario con las inmediaciones del Tallerón. Devolver a la ciudad esa franja ya urbanizada y lista para su uso y disfrute por la ciudadanía es lo que se someterá a la opinión del consejo de administración, donde el Ayuntamiento ostenta la vicepresidencia.
La necesaria aprobación de la tramitación de toda la operación por parte de Puertos del Estado, organismo que también está representado en el consejo de administración de El Musel, y la ejecución de la obra por parte del Puerto, influiría en los planes del Consistorio gijonés, que aún debe hacerse con los 21.188 metros cuadrados propiedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar).
Una vez firmada la escritura de compra venta con el Puerto el pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento trasladó una oferta de unos dos millones de euros, calculada en base a lo pagado por los terrenos propiedad del Puerto de Gijón.
Aunque aún no ha habido respuesta por parte de Pymar, el gobierno municipal ha incluido en los presupuestos de 2025 una partida de dos millones de euros para poder cerrar la operación lo más rápido posible una vez que Pymar acepte la venta. En caso contrario, el Ayuntamiento, como propietario de más del 60% del ámbito de Naval Gijón, podría activar la expropiación en un plazo de 18 meses.
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