«El PSOE ha salido dañado de este proceso por humillar a una compañera»

-¿Cuándo vio que el proceso de firmas iba a ser inevitable?

-Cuando me di cuenta de que me iban a convertir en un caso excepcional incluso construyendo un relato el que había, lo vamos a llamar «pruebas». Por ejemplo, una encuesta hecha ad hoc para mostrarme como excepcionalidad.

-Cuando en abril ganó 'la tribu' en el PSOE de Gijón derrotando al sanchismo, ¿no intuyó lo que venía?

-Intuí que venían tiempos duros, difíciles e incluso malos porque hay una vuelta a los personajes anteriores, que dominaban el PSOE y que utilizaban un doble mensaje: a una parte de la militancia le ofrecían mi cabeza y a la otra mitad le decían que yo era intocable. Cuando me enteré de esa situación, pensé: 'Vienen tiempos malos para la música'.

-¿El PSOE sale reforzado o dañado de este proceso?

-Dañado debido a la utilización de la mentira, el generar un discurso de odio. Llega a insultar y humillar a una compañera de partido en la plaza pública de manera descarnada. Eso siempre perjudica y nos debilita como organización. Todo ha sido demasiado cruel.

-¿Las expectativas electorales son peores ahora?

-No lo sé. Yo manejaba encuestas conmigo como candidata. No seré tan atrevida como otros.

-¿Qué papel ha jugado la FSA?

-Ya no aporta nada que la juzgue. A mí no me aporta nada y nada a Gijón. Imagino que hicieron lo que creyeron que debían hacer en cada momento y ya está.

-¿Cambió el discurso de Adrián Barbón en pocas semanas?

-Habrá que hablar con el emisor de los mensajes para ver si hubo evolución. Yo no quería este proceso y lo dije. No soy excepcional ni tan siquiera en la maldad, ni en ser mala, con lo cual no me reconozco en la excepcionalidad de los estatutos. Este proceso no nos ha beneficiado. Pero no soy la dirección. No sé lo que tenía que haber hecho.

-¿Influyeron decisiones como las del cascayu, los toros, el anillo del Piles o la etiqueta ambiental?

-No hay que caer en las trampas que lanzaron. Este proceso empezó cuando me presenté a las primarias porque es verdad que era candidata molesta para lo que había antes. Desde ese momento empezó a construirse un mensaje negativo con muchas mentiras, que fue enganchado por la derecha y amplificado, y vuelto a coger por quienes lo habían originado. Pero todo lo mencionado va a ocurrir en Gijón: el Muro será peatonal, yo no prohibí las corridas de toros, pero es difícil que vuelva a haber; se naturalizará el río Piles... Y lo harán personas que contribuyeron a que yo no sea candidata. Foro y Vox han felicitado a la nueva ejecutiva sobre su postura sobre la movilidad. ¡Que el PSOE esté contento con esas felicitaciones no sé si es lo lógico!

-La movilización fue fuerte.

-Sin duda. Prendió el mensaje. Veníamos de un determinado PSOE y hay gente que quería una vuelta atrás y lo ha conseguido.

-¿Es víctima de la consigna sanchista de dar poder a las bases?

-Una democracia plena sin manipulación nunca perjudica a nadie. No soy víctima, aunque crea que he vivido un proceso desagradable e injusto.

-¿Cuál fue el momento más duro?

-Cuando me di cuenta de que algunas compañeras feministas que yo admiraba, incluso con alguna de ellas había trabajado, tenía un papel importante y terrible en este proceso. Consistía en convencerme en dejar de ser alcaldesa con algo que sonaba a eso de 'Chica, tú vales mucho, pero para casa'. Llegó hasta el punto de negación de mi ideología socialista y feminista. Fueron compañeras por las que he sentido un respeto inmenso, con la que he trabajado mucho y muy a gusto, y las vi haciendo de segundonas ese trabajo sucio.

-Tuvieron cargos, imagino.

-Por ser feminista resulta difícil que se hubieran alineado con ese lenguaje, no que pensaran que yo tenía que dejar de ser alcaldesa, porque eso me parece lícito y legítimo... ¡Estaría bueno! Pero fueron las formas, y que alentasen mensajes excluyentes, insultos, cierto discurso de odio... Eso sí me molestó y no que piensen que yo no soy la mejor y es mejor otra persona.

-¿Las primarias eran un pulso entre la ejecutiva local y regional?

-Hubo primarias porque una compañera muy valiente decidió no ser cómplice de lo que pretendía la ejecutiva local, que era poner un candidato suyo. Después de hacer el proceso diciendo que yo era la excepcionalidad para llegar a primarias, se convirtió en «quitamos a esta para poner a este, el nuestro, el que decidimos nosotros». Puerto les desenmascaró.

-¿Qué le parece que Floro sea independiente?

-No me parece mal. Otra cosa es que la primera persona deba ser del partido porque tiene que conocerlo bien, la ideología, las resoluciones de los congresos, cómo funcionamos... No me parece terrible que sea independiente, pero es mejor que fuera militante. Yo misma, cuando elaboramos la lista para este mandato, le propuse formar parte de la lista. Lo pensó y lo rechazó porque estaba cerca de la jubilación, quería retirarse al campo, dedicarse a la familia...

-Barbón dice que se lo ofreció a los dos...

-El presidente me comentó lo de Floro, pero no recuerdo lo de Ana Puerto.

-¿No tenía que haber marcado distancia con el concejal de IU?

-Cuando conformas una coalición es un único equipo y las decisiones son del equipo de gobierno. Todo lo que se decide es colegiado. La ordenanza de movilidad fue aprobada por cuatro partidos, 19 de 27 concejales. Se ha querido dar la idea de que Aurelio Martín mandaba sobre mí, pero si al mismo tiempo dicen que yo soy mandona y soberbia, no debería de dejar a Aurelio mandar tanto.

-Pero solo increpan a Aurelio...

-Ya no es quien hace política, sino quien la capitaliza.

-El plan de vías ya es mayor de edad, nunca lo vamos a ver...

-Le aseguro que sí. Vamos a tener el proyecto del plan de vías y vamos a conseguir la financiación. Se va a hacer convenio necesario y van a empezar las obras y va ser con lo que empiece siguiente Corporación.