La próxima Fidma ya tiene comercializado «casi el 100%» de su espacio pese al virus

Ahora la crisis del coronavirus ha obligado a adaptar las instalaciones del recinto ferial Luis Adaro a una función completamente nueva. Y durante unos días este espacio multiusos ha cambiado ferias y congresos por 144 camas de hospital, listas para ayudar a descongestionar los equipamiento sanitarios de la región. Pero sus responsables confían en que esta situación de excepcionalidad no se prolongue en exceso y que de cara al verano se pueda recuperar la normalidad en la calle y en el propio recinto, especialmente con vistas a su principal cita anual, la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma).

Pese a las limitaciones vigentes en lo que respecta a la movilidad y la concentración de personas, pese a que se cuentan por cientos los eventos de toda índole que en las últimas semanas han sido víctimas de cancelaciones forzadas por las circunstacias y pese a que el Congreso de los Diputados acaba de validar una nueva prórroga del estado de alarma que podría no ser aún la última, la Cámara de Comercio sigue trabajando con la idea de celebrar en agosto la 64 edición de la Feria. Y lo hace convencida además de que «será un éxito» porque tanto la ciudadanía como las empresas «irán con más ganas que nunca», según apunta el secretario general de la entidad cameral y director de la Fidma, Álvaro Alonso Ordás. Los ciudadanos, por poder disfrutar tras un largo periodo de confinamiento de un evento con tanto arraigo en el calendario gijonés y que se convierte cada verano en punto de encuentro de gijoneses y visitantes. Y las empresas, por disponer de una oportunidad de volver a vender (y venderse) después del mayor parón económico de la historia reciente. «Habrá mucha necesidad de un evento como la Fidma», apunta su máximo responsable.

La clave está en el tiempo. Pues hasta la apertura de puertas de la Feria hay casi cuatro meses de margen para recuperar la normalidad. Entretanto, la maquinaria que hay tras la organización de una cita de estas características no se ha parado. De hecho, según Alonso, a estas alturas los espacios disponibles para expositores «ya están comercializados casi al 100%». La Fidma no solo aspira a sobrevivir al virus, sino a hacerlo con lleno absoluto.