«Hay profesores reticentes a que hablemos de salud sexual en nuestros talleres»

En un curso en el que el pin parental ha centrado buena parte del debate político y que llegó de lleno a las aulas, los chicos y chicas del Conseyu han experimentado alguna de sus consecuencias. «No hemos tenido hasta ahora, nunca, problemas con las familias, pero sí algunos con los centros. Nos hemos topado con tutores que se han mostrado contrarios a lo que explicábamos». Lo cuenta la presidenta de la entidad, Aridane Cuevas.

Los problemas se han presentado, principalmente, en los talleres de salud, en los que trabajan en la prevención del consumo de alcohol y otras drogas, porque el Conseyu no ofrece talleres específicos de sexualidad. «El tope nos lo ponen los tutores. Igual ellos han tenido algún altercado previo con las familias...»

Este tipo de actividades -que generalmente forman parte de la programación anual del centro, aunque sean dirigidas por personal exterior- siempre cuentan con la presencia de un docente que es, en última instancia, el responsable y, por lo tanto, puede, poner los límites.

En cualquier caso, la experiencia es más que positiva, asegura que la presidenta de la entidad juvenil, que lleva unos quince años acercándose a los centros de Secundaria de la ciudad. Primero, hablando de participación, explicándoles a los jóvenes los recursos que tienen a su alcance en Gijón. Después, en 2012, sumaron los talleres de salud, entendiendo la salud como «un estado de bienestar físico», dirigidos por mediadores, que «sin juzgar, tratan de ayudar tanto en la prevención como en la reducción» de los consumos. Abordan también la resolución de conflictos y los buenos tratos. Cuenta Aridane Cuevas que, en estos talleres, «casi siempre sale el tema de la salud sexual y reproductiva, los métodos anticonceptivos, los abortos... Y es ahí donde hay reticencias por parte de algunos profesores, que nos dicen 'vamos a dejar este tema'. Alguno ha explicado que son cuestiones que es mejor trabajar en la familia».

Más allá de esto, el Conseyu ha puesto en marcha este curso un nuevo proyecto, dentro de la campaña 'Ensin machismu'. La entidad ha organizado tres talleres distintos, destinados a centros de Secundaria. En primer lugar, un módulo sobre la corresponsabilidad y la convivencia en el hogar, para «concienciar a los chavales de la necesidad de aportar en casa, de que participen en las tareas del hogar, que todavía hoy siguen recayendo en las mujeres. Son tareas no remuneradas que provocan, a la larga, estrés y ansiedad», explica la presidenta del Conseyu.

El segundo taller es sobre la historia de las mujeres, tratando de «rescatar a mujeres que han sido olvidadas». El tercero es una iniciación al feminismo. «El objetivo es desmitificar. Ahora es algo que está de moda, para bien y para mal, hay mucha información, pero no siempre les llega la correcta. Les explicamos por qué surge, de dónde viene, si es necesaria o no la lucha feminista. Y les hablamos de las entidades feministas que tienen en la ciudad».

Hasta que las clases presenciales fueron suspendidas por la crisis sanitaria del COVID-19, unos 300 alumnos de primero y segundo de Bachillerato y FP, de los institutos Doña Jimena, Fernández Vallín, Feijóo, Roces y Número 1, habían recibido esta formación, sobre tareas del hogar, feminismo y la historia de las mujeres. La última formación había sido, precisamente, el jueves 12 de marzo. Al día siguiente cerraron todos los colegios. Además de ir a los institutos, los mediadores ofrecían a los jóvenes, si estaban interesados, participar de forma voluntaria en más formaciones en el propio Conseyu. Sesenta habían acudido a la cita.