La procesión del Santo Entierro recorre Gijón a golpe de tambor y gaita

A la tercera va la vencida. Tras las dos últimas jornadas sin poder salir, por fin las cofradías pudieron recorrer hoy las calles de Gijón. Esperaron hasta el último momento para tomar la decisión y, un cuarto de hora antes de las ocho de la tarde -hora estipulada para la salida- se dio el visto bueno. Eso sí, el recorrido, bajo la amenaza de lluvia, fue modificado haciéndolo más corto para proteger las imágenes de los pasos.

La de hoy fue la procesión del Santo Entierro de Cristo, en la que las hermandades de la Santa Vera Cruz y de la Santa Misericordia, y la Cofradía del Santo Sepulcro sacaron a hombros las imágenes de Nuestra Señora de la piedad al pie de la Cruz (encabezada por el 'lignum crucis' o trozo de la cruz en la que los romanos crucificaron a Jesucristo), el Santo Sepulcro o Cristo yacente y Nuestra Señora de la Soledad.

Nada más salir los dos primeros pasos, la lluvia volvió a hacer de las suyas. Pero la decisión ya estaba tomada y, a pesar del tiempo, creyentes o no, una gran multitud de gente siguió -paraguas en mano- la procesión por el paseo del Muro, Cabrales, Julio Somoza, San Bernardo, V. Álvarez Sala, hasta que volvió a la iglesia de San Pedro, de donde partió.

El de este año, era un santo entierro que traía novedades. Una de las más notables era el acompañamiento de gaita y tambor al Cristo yacente en vez de la banda de cornetas y tambores de la Hermandad Jesús Cautivo, de Oviedo que les había acompañado en los dos últimos años, pero debido a su separación, la cofradía tuvo que buscar una alternativa.

Las imágenes estuvieron acompañadas por representantes de los tres ejércitos, así como por miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Además, varios grupos de manolas enlutadas seguían a cada uno de los pasos.

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