La Junta del Principado exige sacar los camiones de Príncipe de Asturias «a la mayor brevedad»

La moción de los populares fue defendida por Andrés Ruiz, quien reclamó la posibilidad de encargar un informe independiente que diera veracidad a la argumentación del Ministerio de Transportes de que un vial de Jove soterrado pondría en peligro la estabilidad de algunos edificios, así como mayor transparencia por parte de la Autoridad Portuaria de Gijón, «que se mantuvo silente sin proponer ni una alternativa para lo que serán sus accesos».

Por parte de Vox, que presentó una enmienda al texto, intervino su diputada Sara Álvarez Rouco, quien acusó de «estafa» y «juego de trileros» al Partido Socialista y planteó «perseguir la vuelta al soterramiento», aunque echó en cara a los populares que «están arrodillados absolutamente a la alcaldesa», en referencia a la alianza de gobierno en Gijón en el equipo de Carmen Moriyón.

Precisamente, el diputado de Foro, Adrián Pumares, reclamó que sea el Ministerio de Transportes quien plantee las alternativas al vial de Jove, mientras que Covadonga Tomé (Podemos) rechazó la necesidad de hacer un nuevo informe técnico sobre Jove. Por su lado, Javier González (IU) defendió que «la unanimidad es la mayor fortaleza y hablar con una sola voz ante el Ministerio de Transportes». La postura del Partido Socialista la dejó patente su diputado Ángel Ricardo Morales, quien respaldó la idea de «consensuar una propuesta y acudir con ella a Madrid».

Que se aprobaran dos de los cinco puntos votados en la sesión y que todos los grupos políticos defendieran un nuevo acceso a El Musel sin perjudicar a los vecinos de Carreño no quiere decir que no hubiera enfrentamientos dialécticos. El debate discurrió sin mayores incidentes hasta que el diputado socialista pidiera al portavoz del PP, Álvaro Queipo, que convocara el congreso en el partido de Gijón. A ello replicó Andrés Ruiz diciendo que el socialista mejor miraba para su propia casa. Fue entonces cuando ambas bancadas se enzarzaron en una discusión que el presidente de la Junta, Juan Cofiño, era incapaz de aplacar. «¡Como niños! En fin...», se le oyó decir antes de iniciar las votaciones.