El Principado obligará a El Musel a cubrir los acopios de graneles más finos

«Las alegaciones demuestran que hay una gran sensibilidad ambiental y empresarial en la materia y han permitido mejorar el plan», indicó Martín al término de la cita. Principado y Ayuntamiento buscarán un equilibrio entre las partes que reduzca las concentraciones de contaminantes. «Se ha discutido durante muchos años sobre estas cuestiones, pero ahora hay medidas en firme y un plan que busca objetivos a corto plazo, en dos años, y si no los consigue, se revisará para adoptar nuevas soluciones», añadió el edil de Medio Ambiente.

En lo tocante al puerto, el borrador proponía revisar los usos de los muelles para dejar claro en qué zonas se puede acopiar granel y en consecuencia apantallarlas y pavimentarlas. Las primeras zonas para poner esas barreras serían las más expuestas a los vientos. El Principado quiere ahora reforzar esta medida, imponiendo más exigencias a esos paneles que deben contener la dispersión de partículas. La viceconsejería está estudiando incluso la posibilidad de cubrir algunas zonas destinadas a la manipulación de graneles de menor diámetro, esto es, finos con más capacidad de generar polvo al ser movidos.

El borrador incluía suministrar agua a los muelles de primera y segunda línea, para facilitar la limpieza de viales y la humectación de graneles. Se trata de un trabajo que exige un millón de euros a la Autoridad Portuaria.

Al respecto, Ayuntamiento y Principado coinciden en que el estudio presentado por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar) y que señala a El Musel como origen más probable de la mayoría del carbón que llega a San Lorenzo obliga a ir más allá. El vicepresidente Juan Cofiño ya anticipó que revisarían las autorizaciones concedidas a la estiba y desestiba de granel para «disciplinar la actividad privada».

Además de las medidas pensadas para evitar las nubes de polvo en el aire, en cuanto se apruebe el plan se trabajará en otro conjunto con la Autoridad Portuaria para mejorar la gestión de las aguas en su complejo. La viceconsejería ya había avanzado que quería extremar el celo para evitar la posibilidad de vertidos accidentales al mar, de la misma manera que antes puso el acento en reducir el polvo que generaban las operaciones de estiba y desestiba.

Principado y Consistorio acordaron en la reunión de ayer evitar toda polémica sobre la nueva estación de medición de la calidad del aire que se ubicará en El Lauredal. La plataforma contra la contaminación había reclamado que se pusiera donde ya está tomando registros una estación móvil alojada en una furgoneta del consistorio. Existía la posibilidad de aproximar la instalación hacia Jove, algo que los vecinos han rechazado. Finalmente, las administraciones asumen ese criterio y encargarán que la estación se ponga en el propio parque, a escasos metros de la furgoneta.

La base se incorporará a la red de titularidad pública del Principado. Los niveles de contaminación que registran estas instalaciones son luego supervisados por el Gobierno nacional y la Comisión Europea. Caso de superar los parámetros marcados en la legislación, se obliga a reforzar las medidas contra la polución, so pena de multa. La consejería se ha comprometido a licitar las obras de la estación en cuanto liquide el presupuesto de 2020 e inicie el de 2021.