El Principado inicia los trámites para que La Laboral sea Patrimonio de la Unesco

El Principado inicia los trámites para que la Universidad Laboral opte a ser Patrimonio Mundial de la Unesco. Así se lo trasladó hoy sábado la consejera de Cultura, Vanesa Gutiérrez, a la asociación de Antiguos Alumnos durante la celebración del 75 aniversario de la primera promoción y el descubrimiento de una placa que conmemora a todos los trabajadores que participaron en las obras del mayor complejo construido de España.

«La Laboral no es solo un edificio monumental de gran valor artístico y patrimonial, sino un símbolo de la transformación y el dinamismo de nuestra comunidad del que forman parte cientos de personas de diferentes generaciones, es un ejemplo de cómo los espacios pueden trascender su función original para convertirse en motores de cambio y de progreso», apuntó la consejera respecto al inicio de los trámites con el envío al Ministerio de Cultura de la memoria justificativa para que la Universidad Laboral pueda entrar en la lista indicativa española.

El anuncio del Principado fue celebrado por la Asociación de Antiguos Alumnos, que lleva años luchando para que desde las instituciones se impulse el reconocimiento de la Unesco. Esa iniciativa se vio inmersa en la polémica cuando la exalcaldesa, Ana González, inicialmente rechazó en 2020 la propuesta «por lo que había sido la Universidad Laboral en sus orígenes», aludiendo al régimen de Franco. Con una agria polémica por rechazar la propuesta planteada por el Partido Popular, el grupo municipal socialista cambió luego de parecer y votó a favor, pero con la condición «de que se cuente todo». Desde el Principado siempre se mostraron a favor de impulsar la candidatura y ahora, cuatro años después y con las aguas mucho más tranquilas, inicia las gestiones para que la Unesco la albergue entre su patrimonio.

Precisamente el carácter de protección del complejo diseñado por Luis Moya evitó que hoy pudiera ser colgada la placa que conmemora a los trabajadores que trabajaron en su construcción. «Tenemos que ver dónde se puede colocar que luzca bien y cumpla con la normativa», explicó el presidente de la asociación, Manuel Nevares.

Emotivo fue el recuerdo a los ocho obreros que perdieron la vida durante la ejecución: Balbino Cernuda, José Noval, Silvino Meana, Manuel Martínez, José Herrero, Primitivo Moro, Ángel Barros y José Menéndez. Y entre el público, Octavio Casielles, quien se encargó de rematar la torre de la entrada en 1974. Muy orgulloso, con un carácter entrañable, y acompañado de su esposa, Margarita Sánchez, con quien lleva 66 años de matrimonio, este vecino de Peón rememora cómo empezó a trabajar con 13 años. «Hubo que hacer una trampa porque no cumplía los 14 hasta unos meses después y con 13 no se podía, pero había necesidad», dijo. Para entonces su padre y su suegro ya trabajaban en las obras, y él siguió la saga. Años después su hijo, José Manuel, fallecido a los 51 años, estudió en la Universidad Laboral. Con él en el recuerdo, el matrimonio paseó por el patio central del complejo al que tienen su vida unida.

• Temas
• Ana González
• Francisco Franco Bahamonde
• Luis Moya
• Ministerio de Cultura y Deporte