Principado y Ayuntamiento respaldan que la ampliación del Acuario opte a los fondos europeos

La compañía lleva meses desgranando la idea en reuniones con el Principado y al Ayuntamiento de Gijón. La base de partida es que la inversión solo saldría con aportación de todos y una importante inyección de fondos comunitarios. El presidente y el consejero delegado de Rain Forest vendrán la próxima semana con la intención de empezar a pasar de las presentaciones a los compromisos.

De entrada la idea agrada en los departamentos de la administración a los que interpela. La Consejería de Ciencia por ejemplo valora «positivamente que entre los proyectos de futuro de la empresa se plantee invertir en el ámbito de la I+D+i, que está en consonancia con la línea que defendemos en la Consejería de fomentar la participación privada en la investigación y la innovación».

En el equipo de gobierno municipal tienen a Rain Forest como una «empresa seria y con experiencia» y asumen que la propuesta entronca con los valores ambientales que quiere defender Gijón y con la desestacionalización del turismo que persigue: «Están haciendo un planteamiento inteligente y junto al Jardín Botánico tiene una gran potencialidad para el turismo familiar».

La propuesta tiene una peligrosa virtud: es difícil ponerle pegas, pero más complicado aún llevarla a buen puerto.

La Consejería de Ciencia señala que «el canal adecuado para concurrir a los fondos europeos es la Oficina de Proyectos Europeos», dependiente a su vez de la Consejería de Hacienda. Este departamento funciona ya pero de momento se centra en conocer qué ideas tienen empresas y administraciones susceptibles de aprovechar los 72.000 millones de fondos de la UE con los que el Gobierno de la nación quiere regar el país de aquí a 2023.

Se sabe que hay dinero, se busca en qué gastarlo, pero de momento no hay un sistema claro de reparto. Empresas, comunidades y ayuntamientos siguen esperando que el Gobierno de Pedro Sánchez concrete qué convocatorias hará, cuáles serán los requisitos y qué porcentaje de cofinanciación comunitaria cabe esperar para cada sueño.

La cumbre celebrada el día 8 pasado entre la alcaldesa Ana González con el secretario de Estado Hugo Morán permitió aclarar algunos criterios. Los proyectos que arrastren inversión privada tendrán buen cartel. También se primarán los que estén suficientemente maduros para transformarse en obra pronto.

'La Puerta del Paraíso', nombre que tiene el plan de ampliación del Acuario, cumple el primer parámetro y parte del segundo. Lo que hasta ahora hay es un anteproyecto, diseños artísticos, presentaciones. «Hacer un proyecto de obra ya supone una inversión importante de recursos y personas, en cuanto tengamos luz verde para la financiación iríamos a ello», explica el director de la instalación, Alejandro Beneit.

«En Rain Forest tenemos ingenieros y arquitectos en plantilla, hemos hecho ya contactos con algunas empresas gijonesas con las que podríamos contar para una obra que generaría también empleo. En cuanto haya acuerdo, creo que en un año o dos podríamos ver en ejecución la parte de la remodelación, que la tenemos bastante clara», añade.

Esa primera fase está estimada en siete millones, e incluye el cambio de fachada, la reordenación interna del edificio, y el oceanario. ¿Cuánto están dispuestos a aportar Principado y Ayuntamiento? Es la respuesta que falta. Rain Forest quiere estar en la lista de proyectos que el Gobierno de España planea enviar a la Comisión Europea esta primavera. El reloj empieza a apremiar mientras las administraciones echan cuentas sobre el desgaste que la pandemia causará a sus arcas y cuánto pueden apostar por lo que se entiende sería un gran proyecto de ciudad.

La segunda fase del proyecto contempla el espacio para investigar, recuperar animales y mostrar especies no estrictamente acuáticas. La complejidad ahí, además del coste, es que se plantea sobre parcelas de la Autoridad Portuaria y Pymar. Ambos declinaron ayer hacer comentarios, a la espera de que el asunto madure más. Cabe recordar que el Ayuntamiento y la empresa de astilleros mantienen una pugna judicial sobre el lugar.

El primero aprobó un Plan General de Ordenación que convertiría todo el espacio de Naval Gijón en un parque de empresas dedicas al mar, con la particularidad de que ideaba un campus en las naves en las que el Acuario piensa hacer un centro científico. Pymar recurrió la calificación y a la espera de sentencia todos los desarrollos están parados.