La unidad de convalecencia de la Residencia Mixta de Pumarín, la primera iniciativa de ese tipo en el sistema público geriátrico en Asturias, comenzará a funcionar por fin este mes. En unos días está prevista la llegada del primer usuario, una persona que, tras salir ... del Hospital de Cabueñes, precisará de cuidados complejos que no puede recibir en su casa. «Cumple los criterios sociales y sanitarios que marca el protocolo», explicó esta mañana la gerente de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA), Ana Suárez Guerra. Se pone en marcha así un recurso pionero y «largamente esperado», reconoció la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez. Tanto que el proyecto, impulsado por quien fue su predecesora en el cargo, Pilar Varela, tendría que haber sido una realidad a finales de 2017. Pero tuvo problemas desde el principio. La licitación se demoró y luego, ya concluida la obra, hubo que rectificar una veintena de fallos detectados y que no hacían posible la apertura de la unidad en esas condiciones. Con esos problemas subsanados, la intención era abrir el dispositivo en marzo de 2020, pero entonces la pandemia obligó nuevamente a aplazarlo.
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De ahí que hoy tanto la consejera como la gerente del ERA y la alcaldesa de Gijón, Ana González, que se acercó a conocer la nueva unidad junto a la concejala de Bienestar Social y Derechos, Natalia González, se felicitaran por poder dar «por fin» un paso más «en la mejora de la calidad asistencial a las personas mayores».
La unidad de convalecencia, ubicada en la quinta de las diez plantas que tiene la Residencia Mixta, cuenta con un total de 26 plazas. Sin embargo, en un principio solo se ocuparán quince «a modo de pilotaje». Porque lo que se pretende es darse un periodo de tiempo –«dos meses a lo sumo», precisó Suárez Guerra– «en el que aprenderemos, veremos si el protocolo se cumple adecuadamente o si hay alguna cosa que cambiar». Para la gerente del ERA, ese número es en principio suficiente para la demanda que se espera en el Área Sanitaria V. Porque los usuarios que sean derivados desde el hospital hasta la Mixta serán exclusivamente de esta área, la de Gijón, Carreño y Villaviciosa.
Serán, principalmente, «aquellos que no requieren una hospitalización en agudos, que se encuentran en una situación clínicamente estable pero requieren unos cuidados de cierta complejidad, como medicaciones endovenosas, curas complejas u otros cuidados».
La unidad de convalecencia de la Mixta cuenta con un equipo de seis enfermeras y doce técnicos auxiliares de enfermería, pero los usuarios también dispondrán de atención médica y asistencia por parte de otros profesionales que ya prestan servicio en el centro.
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