Primera prisión permanente revisable en Asturias para la mujer que asesinó a su bebé en Gijón

Un año y nueve meses después de haber asesinado a su hijo tras su alumbramiento, Silvia Acebal Martínez, natural de Avilés y de 30 años, ha sido condenada por la Sección Octava de la Audiencia Provincial, que tiene su sede en Gijón, a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con agravante de parentesco. Se cumple así con las peticiones de la Fiscalía y de la acusación particular, ejercida por la expareja de la asesina y padre del bebé asesinado. La magistrada le condena también al pago de las costas procesales y a una indemnización a su expareja por importe de 105.000 euros. Cantidad que, según informó el afectado, será donada a la fundación Hogar de San José de Gijón.

La magistrada Elena Fernández González, que dicta sentencia después de que el jurado popular declarase culpable por unanimidad a Silvia, considera probados los hechos que expusieron las acusaciones y que la propia asesina reconoció en la primera sesión del juicio. El 1 de agosto de 2019, dio a luz a un bebé varón. El mismo día, antes de que regresara del trabajo su compañero sentimental, utilizando un cuchillo de cocina, le asestó al pequeño 53 puñaladas «con la clara intención de acabar con la vida de su hijo», dice la sentencia. Heridas cortantes y punzantes que provocaron en el bebé una pérdida masiva de sangre y un shock hipovolémico. El niño murió desangrado. Tras matarlo lo envolvió en bolsas de basura y lo metió en una mochila. Fue encontrado a las dos de la madrugada por un vecino del barrio, que alertó a la Policía. Comenzó en ese instante una minuciosa investigación de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, que terminaría casi dos meses después con la detención de Silvia. En un primer término también fue detenido su expareja, pero fue puesto en libertad condicional a las pocas horas. El verano pasado, la jueza de instrucción le exoneró de toda responsabilidad.

Nadie de su entorno era conocedor del estado de gestación de la presa. Ni su pareja y padre del bebé, ni su familia ni amigos. Es el primer caso de prisión permanente revisable en Asturias. Y la segunda mujer condenada a esta pena en España. La primera fue Ana Julia Quezada por el asesinato del niño Gabriel Cruz, hijo de su pareja, de 8 años, cometido en febrero de 2018 en Almería.

Las declaraciones de los forenses descubrieron que Silvia, lejos de padecer una enfermedad mental, presenta un trastorno antisocial de la personalidad. «En ningún caso es una patología que altere sus facultades. Su trastorno es una forma anómala de ser», refirieron. Durante sus encuentros con los psicólogos, nunca mostró arrepentimiento por el crimen. «Nos queda claro que actuó con conciencia y voluntad. Su intención era matarle», aseguraron los forenses en el juicio. También se conoció que Silvia sufrió dos abortos anteriores. El primero fue con 19 años. En compañía de una amiga, acudió a una clínica abortista. Su amiga, que declaró como testigo, confirmó este hecho. El segundo aborto, según la presa, fue natural cuando aún vivía con sus padres.

Tras el asesinato, Silvia actuó con normalidad. Al día siguiente fue a cenar a casa de los padres de su pareja. A los dos días acudiría con sus amigos y pareja a celebrar el cumpleaños de este a una pizzería del centro de la ciudad. Días más tarde se iría de viaje con su pareja y unos amigos a Valencia y Alicante. Desde allí siguió las noticias de la investigación del crimen. Quienes estaban con ella aseguraron en el juicio que su frase más repetida era: «Es imposible que pillen a los culpables si no tienen antecedentes». Llegó incluso a hacerles comentarios jocosos sobre el crimen.