Pineda reconoce el «poco margen» para negociar los presupuestos y pide que se aprueben «por responsabilidad»

Y claro, con esas, los dos partidos que siguen en la carrera para eventualmente dar el apoyo a las cuentas no parece que tengan mucho de lo que hablar con el gobierno. El edil de Ciudadanos, Rubén Pérez Carcedo, ya dijo hace unos días que se planterían «cuestiones políticas». Y en respuesta, Marina Pineda ya avanza que «son difíciles de asumir» aunque «la negociación está abierta». Dice que esas dificultades no pasan por diferencias en el equipo de gobierno, como ya pasara hace un año cuando la propuesta de los naranjas fue la reapertura del tráfico en El Muro hizo descarrillar las conversaciones. Distinto es el caso de Podemos. Los morados facilitaron las cuentas de 2022. Pero con ellos, Marina Pineda se mostró visiblemente molesta. «Nos cuesta entender su posición al respecto de los presupuestos». Dice que tras reunirse con Laura Tuero el 29 de diciembre y mandarle el detalle del proyecto el día 30, «no tengo ninguna propuesta de su parte». Por ello apremió a que lo hagan.

Todo esto en un marco en el que la concejala de Hacienda describió un escenario casi catastrofista con la prórroga. Por un lado porque, por ejemplo, las transferencias del Estado, que se incrementan en más de tres millones, no podría hacerse uso de ese incremento; también porque el retrasaría la ejecución de algunos proyectos europeos, y las licitaciones tendrían que esperar a modificaciones presupuestarias en mayo. Además, tendría que ir a Pleno el préstamo de inversiones. Y ya con todo ello, el remanente, que se ha quedado casi a cero el acumulado. Marina Pineda trasladó la preocupación de que está por debajo de los 300.000 euros, cuando había iniciado el año en los 17 millones. Para conocer el correspondiente a 2022 habrá que esperar a finales de febrero. Esto incidirá, por ejemplo, en las aportaciones extraordinarias que habrá que hacer a Emulsa y Emtusa.

En lo referente a la zona rural y las críticas que ha vertido la oposición sobre el, dicen, abandono del equipo de gobierno, la concejala de Hacienda negó la mayor. «No es cierto que la zona rural esté abandonada». Puso como ejemplo inversiones del Estado, como son la digitalización de este distrito, pero también planes de empleo, la instalación de 12.000 luminarias, e «inversiones que se van afrontando según van surgiendo». Aqúi entra también la inversión viaria que, en este mandato no ha sido únicamente urbana.