«Me alegro especialmente por Edison porque lo ha pasado muy mal», confesaba a este periódico Víctor Biarje, propietario de la administración 'El Maño'. El sentimiento en el barrio de El Coto era el mismo ayer al enterarse del premio. «Estoy muy, muy feliz», decía ... el conocido quiosquero del barrio. «Nos ha tocado la Lotería. Un décimo es para ti», escribió Edison Rivera, natural de Ecuador, a su hijo. Minutos más tarde recibía la llamada de su progenitor de 19 años, y EL COMERCIO fue testigo de una conversación con una alta carga emocional. «¿Me estás tomando el pelo, papá?», «no, hijo, nos ha tocado la Lotería». Y ambos rompieron a llorar. También los presentes en el quiosco. «Siento no haberte podido ayudarte económicamente cuando me fui, hijo mío. Te quiero. Ahora un décimo es entero para ti. Tienes que guardarlo en el banco y cuidarlo», le decía Edison a su hijo. El joven, muy nervioso, apenas podía agradecer a su padre el gesto.
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Rivera cuenta que en los últimos meses afrontó problemas familiares y «mucho sufrimiento». Regenta el quiosco El Bazarín, en la calle General Suárez Valdés. Sus clientes, al enterarse de la noticia, se acercaban al negocio a felicitarle. «Lo mereces, amigo», decían. «Cuando las buenas personas tienen suerte, solo puedes alegrarte», manifestaba Andrés Antuña, cliente habitual.
Nervioso y emocionado, Rivera posó con los décimos correspondientes a las participaciones. Posó con 2,4 millones de euros. «Estoy muy feliz por ayudar a mis clientes. A la mayoría de los premiados los conozco y estarán exultantes», comentaba Rivera.
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