MARCOS MORO / A. PRESEDO
GIJÓN.
Jueves, 16 de septiembre 2021, 01:39
Nueva crisis desatada en el PP de Gijón a poco más de seis meses de la abrupta dimisión de Mariano Marín como presidente local y de su sustitución por el diputado regional Pablo González entre llamadas de este último a «coser agujeros sin protagonismos» en ... el partido. La situación insostenible de distanciamiento y choque entre las actuales direcciones regional y local del PP con Alberto López-Asenjo saltó ayer por los aires con la destitución fulminante del último candidato a la Alcaldía como portavoz municipal y su sustitución por la edil Ángela Pumariega -tal y como adelantó ayer EL COMERCIO en su edición digital- para esa labor, pasando a ser además Ángeles Fernández-Ahúja portavoz suplente.
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Nada más concluir la sesión plenaria de ayer, donde Asenjo ejerció por última vez como portavoz en el Ayuntamiento bajo la siglas del PP, el edil fue citado a una reunión en la sede de Álvarez Garaya junto con sus otras dos compañeras de grupo, Ángela Pumariega y Ángeles Fernández-Ahúja. Allí les esperaban el actual presidente del PP de Gijón, que también lo es del grupo municipal, Pablo González, y el secretario general del PP de Asturias, Álvaro Queipo. Puestas las cartas sobre la mesa de que lo que se buscaba en dicha reunión era un acuerdo entre las partes para reestructurar el grupo y despojar de atribuciones al actual portavoz, se aprobó el relevo por mayoría, que no por unanimidad.
López-Asenjo fue el único que no firmó el consentimiento para su sustitución, cosa que sí hicieron sin dudar las otras dos concejalas: Ángela Pumariega y Ángeles Fernández-Ahúja. Un hecho que para fuentes internas del partido ilustra hasta qué punto la situación que se vivía de puertas adentro era límite. Y también de la soledad en que se había instalado López-Asenjo, que ayer entró y se fue solo de la sede popular. No permaneció ni media hora.
El acuerdo para deponerlo y que ocupe su lugar Pumariega será ratificado hoy por la tarde en una reunión urgente y extraordinaria de la junta local, cuyos miembros ya el pasado lunes dedicaron rotundos reproches contra el destituido portavoz. El último episodio de una larga serie de desencuentros por su gestión en estos dos años como portavoz fue una presunta actuación de López-Asenjo para presionar a la interventora general del Ayuntamiento, Belén Grana. Una maniobra que habría tenido el objetivo de llevar la contabilidad del anterior grupo municipal, del que Pablo González era portavoz, al Tribunal de Cuentas, acusación que Asenjo desmintió ayer a través de un extenso comunicado.
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«Ninguna actuación llevada a cabo por este portavoz ha tenido lugar sin conocimiento y consentimiento de los máximos responsables del partido del que formo parte», aseguraba en un escrito que no impidió pocas horas después la decisión de apartarle de la primera línea del partido para opinar y fijar posición sobre los diferentes asuntos de interés municipal.
Está ahora por ver qué pasos va a dar López-Asenjo tras esta manifiesta desautorización por parte de las direcciones locales y regional del PP de alguien que llegó a Gijón con las bendiciones de Génova. Si seguirá como edil raso y sometido a la disciplina de voto del grupo, si pasará al grupo mixto o si dejará su puesto en el Consistorio al siguiente de la lista, que sería el empresario de peluquería Germán Heredia.
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