O. SUÁREZ / CH. TUYA
GIJÓN.
Viernes, 30 de agosto 2019, 02:26
La Policía Nacional investiga el entorno de la víctima de la violación del parque fluvial por si el atacante guardase algún tipo de relación con la mujer. Es la principal línea de trabajo que sigue la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) encargada del caso que ha conmocionado a los gijoneses por la violencia con la que actuó el agresor y por tratarse de un episodio con muy pocos precedentes en la ciudad. La mujer, de 40 años, fue agredida sexualmente cuando salió a practicar deporte a primera hora de la mañana.
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El modus operandi utilizado ha llevado a los investigadores a querer determinar si el violador podría conocer a la víctima y saber sus rutinas, como que solía salir al amanecer a recorrer el parque fluvial y parte de la senda verde.
El individuo actuó tapado con pasamontañas y guantes para evitar que la víctima le reconociese y pudiera aportar una descripción. La abordó en el área recreativa ubicada entre La Coría y la carretera de Granda, empleó una gran violencia para sacarla del camino y la llevó a una vaguada junto al río para consumar la violación.
Pese a que los trabajos policiales se centran en esclarecer si el atacante seleccionó con premeditación a su víctima, no se ha dejado de lado la línea de investigación que baraja que se trata de un depredador sexual que esperó al acecho oculto en la oscuridad a que pasase una mujer sola para atacarla.
El violento episodio se produjo a las siete de la mañana, cuando aún no había amanecido. En el momento en el que las fuerzas de seguridad del Estado tuvieron conocimiento de los hechos -cuando la mujer consiguió pedir ayuda-, se activó de inmediato el protocolo establecido para las víctimas de agresiones sexuales. Fue trasladada al Hospital de Cabueñes para ser sometida a un examen y recabar de su propio cuerpo restos biológicos del individuo. Desde allí fue trasladada a la Comisaría de la Policía Nacional para interponer la denuncia formal. Está recibiendo terapia psicológica por parte del personal del Centro de Atención a Víctimas de Agresión Sexual y Maltrato (Cavasym).
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Los agentes de la Brigada de la Policía Científica inspeccionaron de forma minuciosa el terreno en el que se consumó el ataque. Recogieron vestigios y pruebas que podrían aportar ADN del autor. A esos indicios se sumarían los restos recogidos en el propio cuerpo de la mujer. El hecho de que la víctima fuera trasladada directamente a un centro sanitario y evitase ducharse o cambiarse de ropa, podría aportar rastros importantes para llegar a identificar al responsable.
Pese a tratarse de un caso delictivo muy poco habitual en Gijón, hace dos años se registró un episodio similar, también sorpresivo y de madrugada. La víctima, en esa ocasión, fue una mujer que se dirigía en coche a su puesto de trabajo. Al detenerse en un semáforo en rojo en Contrueces un individuo armado con un cuchillo de grandes dimensiones aprovechó para colarse dentro del vehículo. La amenazó para que condujese hasta un descampado en Nuevo Roces y allí la sometió a varias violaciones consecutivas durante las casi dos horas en que la tuvo retenida.
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