Retrato robot de la mujer. El Comercio

El ADN y los estudios dactilares descartan que la mujer desaparecida en Gijón sea la 'Dama del Camello'

«Estábamos seguros de que era ella», lamenta el hermano de B.M.O.A., quien no obstante asegura que reactivará su búsqueda. «Seguimos teniendo la esperanza de encontrarla viva»

Pablo Suárez

Gijón

Miércoles, 3 de junio 2020, 19:18

La Policía Nacional ha descartado que B.M.O.A, la mujer desaparecida en Gijón a finales de los años noventa, sea 'la Dama del Camello', como se conoce a la que fue encontrada muerta en el año 2001 en la playa del Camello, en Santander, y cuya identidad se desconoce pese a las numerosas investigaciones realizadas sobre el cuerpo.

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El pasado 26 de mayo, a punto de cumplirse diecinueve años desde que apareciese el cadáver, un hermano de la desaparecida en Asturias creyó reconocerla en el retrato robot de 'la Dama del Camello'. Sin embargo, las gestiones llevadas a cabo para su identificación han dado resultado negativo, al no corresponderse los datos biométricos ni de marcadores de ADN de ambas, así como tampoco los registros dactilares de estas dos personas. «Estábamos convencidos de que era ella. Son muchas coincidencias», afirmaba esta tarde el hermano de B. M.O.A. quien ha raíz de esta investigación ha decidido volver a presentar la denuncia por la desaparición de su hermana, la cual había sido retirada, a fin de dar con su paradero. «Ella también tenía la nacionalidad argentina, así que quizás se fue para allí. La Policía nos ha dicho que una vez presentemos la denuncia ellos buscarán a una persona viva, así que mantenemos la esperanza en encontrarla»; afirma el hombre.

Según el testimonio que él mismo ofreció a EL COMERCIO cuando se conoció la pista sobre ambos misterios, aunque no tenían noticias de B.M.O.A. desde 1995, la familia no presentó denuncia sobre su desaparición hasta el 12 de marzo de 1997 en la comisaría de León. No obstante, un año después, retiró dicha denuncia puesto que la mujer, mayor de edad, fue localizada por funcionarios de la Comisaría de Gijón el 19 de octubre de 1998, aportando además un domicilio. Cuando los familiares acudieron a ese domicilio aportado por la Policía, frente a la playa de San Lorenzo, una vecina les informó que la mujer, quizás consciente de que estaba siendo buscada, se había marchado diez días antes. Después de esa fecha, la familia recibió una carta de B.M.O.A. en la que esta les pedía que dejaran de buscarla. Adjuntaba una foto. La familia retiró entonces la denuncia.

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La Dama del Camello

El cadáver de la 'Dama del Camello' fue encontrado el 29 de junio de 2001 en la playa, arrastrada por la marea. Tenía el pelo negro, 1,66 metros de altura, unos 40 años, complexión delgada, vestía un pantalón de tergal beige, una camisa floreada verde y una chaqueta torerilla negra de paño.

Cerca del cadáver aparecieron sus zapatos, un bolso de mano (con 1.200 pesetas y sin documentación alguna) y una bolsa de El Corte Inglés con un bote de colonia de bebé y dos trapos de cocina.

Apenas llevaba tres horas sin vida cuando fue encontrada, según reveló la autopsia, que estableció el ahogamiento como causa de la muerte. Su cuerpo no presentaba ningún signo de violencia. La inspección ocular, a la mañana siguiente, no dio ninguna pista. Al no presentar ningún golpe, la hipótesis que siempre han mantenido los investigadores es que se adentró en el agua por su propio pie para suicidarse.

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Gestiones policiales

Durante todos estos años el caso siempre ha estado presente en la mente de los investigadores policiales de Santander, que no «han escatimado esfuerzos ni recursos» para su esclarecimiento, en especial el inspector jefe ya jubilado Guillermo Rosewarne, quien se implicó «personalmente» para identificar a la mujer y quien le puso el apodo.

A pesar de no contar con los actuales medios tecnológicos, se realizaron múltiples gestiones para su identificación (dactilar, biológica y facial); se le tomó una foto y se publicó en la prensa local. Además, se siguió la pista de la etiqueta de limpieza de tintorería que tenía grapada, en todos los establecimientos de Cantabria y provincias limítrofes.

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También se revisaron todos los coches que se podría haber llevado la grúa en días posteriores, por si hubiese llegado en su propio vehículo, y se habló con los conductores de autobuses de líneas que pasaban por el Corte Inglés

Por otro lado, se mandó su muestra de ADN a todos los países conveniados: europeos, latinoamericanos y norteamericanos, si encontrar ninguna coincidencia, ni tampoco en la base de datos de personas desaparecidas.

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También se localizó a un experto en ADN ancestral, el profesor Fernando Serrulla, quien apuntó que se trataba de una mujer europea o del norte de África.

Pasados 10 años los investigadores pensaron que se le habría caducado el carné y empezaron a mirar cada año a todas las mujeres a las que les caducaba, entre 12.000 y 15.000 al año, «una a una». En el caso también ha colaborado la experta en retratos Marga Sanin, y uno de acuerdo con los datos que se tenían se publicó en prensa en el año 2013.

Se involucró igualmente a la Guardia Civil, la Ertzaintza y Policía Pocal, por si se les hubiese pasado incluir a alguna mujer en la base de datos de personas desaparecidas y restos humanos sin identificar. Todo ellos sin resultado hasta el momento.

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