
i. garcía
Sábado, 26 de noviembre 2022, 03:09
En pleno despliegue policial durante la tarde del jueves algo alertó la presencia de los vecinos y agentes desplegados en la parroquia de Somió. Un hombre corría despavorido por la carretera Piles-Infanzón en un momento en el que el dispositivo para dar con los ladrones que mantienen en jaque al vecindario rural estaba en marcha tratando de estrechar el cerco sobre cualquier intruso y de cazar cualquier movimiento sospechoso.
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El hombre fue interceptado por los agentes hasta en dos ocasiones, y con escasos metros de diferencia, aunque para sorpresa de ambas patrullas, lejos de un ladrón o un maleante se trataba de un simple paseante, perseguido por un jabalí. Según fuentes vecinales, la presencia de estos animales se está tornando habitual en la parroquia. Lo que es más extraño, es que se produzca un suceso de este tipo, ya que no interactúan con las personas.
El incidente no tuvo mayor trascendencia, aunque en un primer momento hizo saltar la alarma, pues los efectivos policiales controlaban los accesos rurales y bloquearon durante varios minutos las salidas y entradas de la ciudad. El operativo siguió en marcha. Tras comprobar que el hombre que huía lo hacía perseguido por un jabalí, los agentes no tuvieron más remedio que dejarlo marchar. Fue un capítulo surrealista de un despliegue de película.
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