«No poder salir con el Cristo forma parte de la penitencia»

Santa Misericordia. La procesión tuvo que suspenderse por la lluvia, en su lugar se leyó el Vía Crucis en San Pedro y se rindió homenaje al paso en el pórtico

Viernes, 29 de marzo 2024, 01:00

No pudo ser. El Vía Crucis de la Hermandad de la Santa Misericordia no pudo recorrer las calles de Gijón. Por segundo día consecutivo, la lluvia truncó las procesiones de Semana Santa. Aún así, la celebración se realizó dentro de la iglesia de San Pedro. Pero la hermandad no quiso que los feligreses que se habían acercado a la parroquia para ver la imagen no pudieran disfrutar de ella. Por ello, antes de dar comienzo a la lectura de las estaciones, se rindió un pequeño homenaje al paso del Cristo de la Misericordia.

Publicidad

En el mismo pórtico de la iglesia, y como lleva siendo tradición, el conde de Revillagigedo, Álvaro Armada, dio la orden de salida para levantar el paso, que estuvo custodiado por la escuadra de gastadores y cuadros de mando del Regimiento Príncipe. Durante unos diez minutos, la Banda Sinfónica de Gijón estuvo tocando una marcha al mismo tiempo que se rociaba con incienso al Cristo y se quemaba un pergamino con las intenciones de los cofrades. Este acto estaba ideado para llevarse a cabo al final de la procesión, pero tuvo que adelantarse y celebrarse en el interior. Todo ello fue seguido por una nutrida presencia de asistentes que, paraguas en mano, no quisieron perderse la celebración y entre los que se encontraban la vicealcaldesa, Ángela Pumariega y el edil de Atención y Participación Ciudadana, Guzmán Pendás.

«Somos hermanos de penitencia, esto es parte de ella», señaló con una mueca triste el hermano mayor, Ignacio Alvargonzález. «Es duro no poder salir. Este es nuestro día más especial. Es una pena». Fue el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, quien se encargó de leer las estaciones junto con Elena González, hermana de la Santa Misericordia, que unió a la hermandad el pasado miércoles, día en el que recibió la medalla. «Para mí es muy especial porque es mi primer año», explicó. La veinteañera cree que «es necesario que la gente joven se una», aunque sí se está viendo «bastante relevo, la hermandad tiene futuro», auguró.

Para la Hermandad de la Santa Misericordia el Vía Crucis de ayer era su acto más importante. Una procesión bastante «austera» porque tan solo cuenta con el paso del Cristo de la Misericordia pero, a su vez, «bastante emotiva por su propia imagen», explicó el hermano mayor.

El paso, que representa el mismo momento de la muerte de Jesucristo, es «muy duro» e «impacta mucho a la gente», pero también «muestra un rostro con una expresión muy dulce». Esta mezcla hace que la procesión termine «siendo muy emotiva para los feligreses y para nosotros», indicó Alvargonzález. Tras la suspensión de los dos últimos días, las hermandades esperan que hoy haya más suerte con el Santo Entierro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad