La plaza de toros se viste de luces

Ni siquiera el orbayu consiguió sosegar ayer los nervios que agitaron durante toda la jornada la plaza de toros de El Bibio. Esa incómoda llovizna tampoco logró apaciguar la emoción de todos los trabajadores que corrían del callejón al ruedo y del ruedo a los corrales para ultimar los preparativos de una Feria Taurina que mañana mismo se pondrá el traje de luces. Lo hará con el rejoneador Diego Ventura y con los matadores Alejandro Talavante y Daniel Luque, a quienes les tocará lidiar con los toros de Los Espartales y de La Quinta, que ya están bajo control en la ciudad porque, según explica Julio de Llanos, uno de los trabajadores, «cuando llegan, hacemos todo lo posible para que no se dañen».

Es importante que los astados se mantengan en perfecto estado y tengan «tranquilidad» antes de las corridas. Eso sí: pese a la experiencia que él tiene en los ruedos, es incapaz de prever, observando a los animales, si van a ser protagonistas de una buena tarde para los aficionados. «Lo de los toros es un mundo, no se puede anticipar, pero todos son de hierros muy buenos», asegura. «Son ganaderías estupendas como los toreros que van a venir, es una Feria de categoría».

Y, para que no falte detalle, junto a él trabajan otros tres compañeros que se encargan de «arreglar el ruedo, poner divisas y hacer un poco de todo». Es el caso de David Huete, quien espera «no tener ningún protagonismo» porque, en caso de que hubiera problemas, sería él el encargado de «salir al auxilio».

Esa responsabilidad suya y de sus compañeros hace que Fernando Humanes sienta bastante «presión». «Queremos que todo salga bien y que no pase nada», dice, deseando que ninguna de las faenas se vea empañada en esta Feria de Begoña que, para él, es «buenísima, de lo mejor del Norte».

Lo dice con conocimiento de causa porque ya es «el sexto año» que viene a El Bibio y tiene claro que es «una plaza preciosa, encantadora, con carteles que están siempre muy rematados y con ganaderías de élite». Todos esos factores le hacen presagiar que la cita será un éxito más y que seguirá sintiéndose en la ciudad «como en casa», tal y como le ocurre a su compañero de batallas, Daniel Alija, que es fiel a esta Feria desde 2009. «Esta ya es mi plaza, llevo quince años viniendo», se enorgullece. Él se encarga, entre otros muchos cometidos, de «dejar la plaza peinada» y en perfecto estado de revista.

Estos cuatro profesionales tienen por delante otras 24 horas de tensión, antes de que los tendidos se llenen de aficionados y el callejón se convierta en un hervidero de cuadrillas. Después de Ventura, Talavante y Luque, el viernes habrá una novillada con picadores, a cargo de Manuel Román y Marco Pérez, con reses de La Quinta, El Freixo y Núñez del Cuvillo.

Ya el sábado, pisarán la arena Morante de la Puebla, José María Manzanares y Juan Ortega, que se enfrentarán a los toros del Puerto de San Lorenzo y de La Ventana del Puerto. El domingo Enrique Ponce, Roca Rey y Ginés Marín darán los últimos capotazos a los astados de Núñez del Cuvillo.

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