Juanma Castaño es el 'Gijonés del Año 2023'. COPE
Juanma Castaño | Comunicador radiofónico y 'Gijónes del Año 2023'

«Con el 'play off' de ascenso y el Sporting se me calentó la boca»

«Yo no soy el gijonés del año, sino toda esa gente que hace ciudad día a día. Yo no hago nada, sólo amar a mi ciudad y valorarla muchísimo»

Jueves, 4 de abril 2024, 02:00

Hace 23 años, «la mitad de mi vida», que Juanma Castaño (Gijón, 1977) dejó su ciudad y se marchó a Madrid persiguiendo un sueño. Después de trabajar en la sección de deportes de Ser Gijón, quiso saltar a la capital con el único soporte de ... unos ahorros que se le acabaron a los cinco meses. Pero la fortuna le dio la cara y poco a poco fue haciéndose un hueco en el panorama del periodismo deportivo español. Hoy es uno de los comunicadores más influyentes desde las ondas de la Cadena Cope y todo lo que dice tiene una gran repercusión. Desde lo guapa que es la playa de San Lorenzo hasta sus penurias con el Sporting. Por eso y mucho más acaba de ser nombrado 'Gijonés del Año 2023'. Él tiene claro que no merece esa distinción.

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–'Gijonés del Año 2023'. ¿Qué le parece?

–Lo primero es que yo no soy el gijonés del año. Los premios son así, tienen un punto de injusticia. Hay que elegir a alguien y los premios no siempre dicen la verdad.

–¿Por qué lo dice?

–Porque yo no hago nada, sólo amar a mi ciudad y valorarla muchísimo.

–Pero usted es consciente de que cualquier cosa que diga tiene mucha repercusión y si habla sobre Gijón se nota mucho...

–No debemos quedarnos sólo en la repercusión, sino que tenemos que pensar en toda esa gente que hace ciudad día a día. No creo que yo sea una referencia. Incluso, voy menos a Gijón de lo que me gustaría. Esta distinción está dedicada a todos aquellos que trabajan día a día por la ciudad.

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–Dice que viene a Gijón menos de lo que le gustaría. ¿No se ha acostumbrado a Madrid?

–No soy muy nostálgico, no tengo mucha morriña. Si no fuera así, sería imposible hacer este trabajo siendo infeliz en Madrid. Me fui ya hace tanto tiempo que tengo asimilado que mi trabajo está en Madrid y mi familia y mi diversión en Gijón. Pero voy poco.

–¿Cuánto tiempo lleva fuera?

–Son ya 23 años. La mitad de mi vida.

«Conservar el trabajo»

–Usted trabajaba en la sección de deportes de Ser Gijón y decidió marcharse a Madrid. ¿Recuerda cómo fue ese paso?

–No fue ningún fichaje ni que nadie me llamara para trabajar en Madrid. Me planté allí y gracias a la ayuda de mucha gente pude crecer en la profesión. Pero cuando me marché, sólo tenía unos ahorros que a los cinco meses ya habían volado. Pero creo que me ha ido bien, porque he podido conservar el trabajo.

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–¿Qué tendrían que ofrecerle o que tendría que ocurrir para que se planteara dejar Madrid y volver a Gijón?

–No me hago esa pregunta. El trabajo que estoy haciendo, a este nivel, es imposible realizarlo desde Gijón. Tengo claro que Gijón es mi segunda casa y no trato de buscar una alternativa para volver a Gijón. Vamos, que no espero que me llegue ninguna oferta de locos o que me toque la lotería para volver. Estoy en Madrid sencillamente por trabajo.

–No podemos olvidarnos de su paso por Masterchef. Con ese programa dejó de ser popular para un público vinculado al deporte para serlo en un espectro mucho más amplio...

–Llegó a muchas personas. Cuando llegué a Masterchef, me conoció una gran cantidad de público diferente. Fue una cosa muy bonita, con otro público y otra forma de comunicación como espectáculo, pero fue un programa muy duro, porque además lo tenía que combinar con la radio, lo que te dejaba agotado. Pero allí dejé muchos amigos y fue una gran experiencia.

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–Quizá la clave fue precisamente que fuera capaz de combinar el programa con la radio, sin que trascendiera nada...

–Creo que tuve la suerte de ser natural. En Masterchef se vio mi personalidad real. Estoy muy contento del programa.

–Últimamente se ha formado algo de revuelo en las redes sociales contra usted, por decir que no quería que el Sporting jugara el 'play off' de ascenso...

–En las redes siempre me quieren matar. No hay que asustarse. Pero es que se me calentó la boca. Soy de boca caliente cuando me cabreo y si lo pienso dos segundos, no lo diría.

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«Distancia muy cómoda»

–Pero, ¿no quiere que el Sporting lo juegue?

–Es que me dio por decir que viendo cómo juega y sufriendo cuando pierde, si a eso se añade que podemos jugar contra el Oviedo y que, incluso, el Oviedo puede subir en El Molinón, pues dije que prefiero que no lo juegue. Pero, ¿cómo no lo voy a querer? Lo quiero más que muchos de los que ahora me matan. Yo siempre quiero que al Sporting le vaya bien. Es el único equipo que me importa.

–Se le nota en su programa, porque usted no entra mucho en los debates, por ejemplo, del Real Madrid o el Barcelona, ¿no?

–Con el Real Madrid y el Barcelona mantengo una distancia muy cómoda, pero con el Sporting me cuesta mucho. Lo que más daño te hace es lo que viene de tu propia casa y sé que lo que se trata del Real Madrid o de cualquier otro equipo en el programa forma parte del trabajo, pero con el Sporting me duele y por eso no me meto.

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