El planetario de Marina Civil volverá a orbitar a final de año

Pero su letargo ha llegado a su fin. El Ayuntamiento (42.600 euros) y la Universidad de Oviedo (30.000 euros) financiarán su reapertura. Todo comenzó en septiembre de 2021, cuando la NASA visitó la Escuela de Marina Civil para presentar un ambicioso proyecto de seguimiento de un enigmático asteroide. En este contexto, Rubén González, director de la escuela, y Javier de Cos, director del Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías del Espacio de Asturias (ICTEA), presentaron a Ana González, alcaldesa socialista durante el último mandato, su proyecto de reapertura. «Desde entonces se convirtió en un empeño personal de la alcaldesa», aseguraba De Cos a EL COMERCIO en 2022. Y finalmente, al anterior empeño de Ana González se ha sumado el actual equipo de gobierno, el cual ayer confirmó en junta de gobierno la partida ya comprometida por el gobierno de Ana González.

La previsión municipal es financiar, junto a la institución académica, la compra de un proyector de amplio contraste, gran capacidad de iluminación y una lente de ojo de pez que permitirá cubrir los 180 grados de la bóveda. Esta nueva máquina digital con tecnología 4k «multiplicará las posibilidades del planetario por diez». Hablamos de simulaciones de los diferentes estados del cielo, proyectar películas en 180 grados e introducir el estudio de ciencias como la biología, la microbiología o la oceonografía. «Podemos convertir el planetario en un salón de conferencias y proyecciones envidiable», ilustraba Enrique Díez, investigador de ICTEA, durante una visita de EL COMERCIO al planetario en 2022.

Los responsables del planetario esperan tener disponible el nuevo proyector antes de que finalice el año. La intención municipal pasa también por convertirlo en un atractivo turístico de la ciudad. «Queremos estimular el interés por nuestras asignaturas. Somos una institución pública y nuestra obligación es que Gijón también disfrute de estas instalaciones. Queremos también recuperar las visitas escolares. Tenemos muchos estudios que son desconocidos para los estudiantes preuniversitarios. Hay que poner al servicio de toda la sociedad esta peculiar instalación», plantea Rubén González.