El plan de movilidad regional echa en falta «más centralidad» en la estación ferroviaria

Y, para el caso concreto de ciudades como Gijón, echa en falta «más centralidad» en sus estaciones. Así lo puso de manifiesto ayer Ricardo Jorquera, director de dicho plan regional de movilidad para la Consejería de Infraestructuras, que fue uno de los ponentes en el Museo del Ferrocarril de una mesa de debate sobre movilidad y accesibilidad en el Área Metropolitana organizada por el Colegio de Arquitectos de Asturias.

En un momento en que parece reabrirse el debate sobre la ubicación de la futura estación intermodal del plan de vías, con la comparativa que ha encargado el Ministerio de Fomento sobre los emplazamientos de Moreda y el entorno del Museo del Ferrocarril, el plan regional de movilidad da la razón aparentemente a los que llevan años sosteniendo que no estuvo bien planificado alejar hasta Sanz Crespo la estación provisional que en 2021 cumplirá diez años de servicio con cada vez menos viajeros.

Otro dato gijonés que tampoco sorprende y que pone sobre la mesa el documento que la Agencia Asturiana de Transportes y Movilidad ha encargado a la consultora Doymo es la importancia que ha adquirido, desde el punto de vista de la movilidad urbana, la zona donde se pretende prolongar el túnel del metrotrén. Según el análisis de desplazamientos diarios, la zona que abarca el campus universitario, la Universidad Laboral, el Parque Científico y el Hospital de Cabueñes genera 19.224 viajes al día con un importante desequilibrio a favor del vehículo privado respecto al transporte público. En Asturias solo se registra una mayor movilidad al HUCA, en Oviedo, con 32.473 viajes diarios. El siguiente centro de actividad con más desplazamientos en Gijón es la zona del puerto de El Musel con 6.993 viajes al día y llama la atención que prácticamente la mitad de los movimientos se hacen de forma no motorizada.

Jorquera expuso sin ambages que para cambiar los hábitos de movilidad de muchos ciudadanos será necesario implementar en los municipios políticas de 'pull and push' (palo y zanahoria). «Mejorar la oferta de transporte no sirve sin disuasión del abuso del vehículo privado», remarcó. El documento en elaboración señala que unos 244.500 viajes que actualmente se realizan en coche o moto podrían traspasarse al autobús en el área central con medidas de premio y castigo (a medida que se fomentan los medios más deseables se dificultan los menos).

El director del plan de movilidad regional también recordó que según el borrador de la Ley de cambio climático y transición energética, que no pasó de borrador en esta última legislatura, se prevé exigir a las poblaciones de más de 50.000 habitantes, como es el caso de Gijón, tener redactados en 2023 planes de reducción del tráfico en los núcleos urbanos para ir acercándose a los objetivos europeos para 2030 y 2050.

En esta misma línea se pronunció el urbanista y consultor Alfonso Sanz, el segundo de los ponentes que participó en la mesa de debate, que puso el ejemplo de San Sebastián, y explicó que «emergencia climática no permite sosiego a los ayuntamientos para actuar en el cambio de la cultura de movilidad de sus ciudadanos».

La alcaldesa Ana González, encargada de dar la bienvenida a los participantes en la mesa de debate, fue enérgica en su defensa del proyecto metropolitano a las que aseguró que Gijón quiere sumarse «con vocación de motor e incorporando sus señas de identidad».

«Necesitamos un espacio territorial común para garantizar el bienestar a los ciudadanos. Con el área metropolitana hay que pasar ya de las musas al teatro. O damos un paso o nos quedamos como estamos sin superar la política de parroquia y de corto vuelo», advirtió la regidora.

El director general de Movilidad del Principado, Jorge García, aseguró que «el reto es revertir el modelo en que nos movemos, consumimos y basamos la producción económico».