El piragüismo del Grupo se instala en el Muelle y regresa a Gijón tras cinco años en Trasona

Aún así, fue un día de celebración: «Hay carencias, sobre todo logísticas, pero es un avance considerable», comentaron los técnicos, quienes, a prisa y corriendo, tuvieron que abandonar el Muelle a las 17. 15 horas (el permiso para entrar al muelle comienza a las 16.30 horas) para llegar en hora al entrenamiento del segundo turno, este programado en la sede de Las Mestas por la falta de luz. «Ya era hora de volver. Estamos muy satisfechos», comentó, 'in situ', el presidente del Grupo, Joaquín Miranda. La previsión de la entidad deportiva es iniciar hoy contactos con el Ayuntamiento para conocer el estado del proyecto de luminarias. «Estamos a la espera de la instalación de las luminarias comprometidas por el Ayuntamiento para que todos los grupos de entrenamiento puedan utilizar las instalaciones plenamente», reza el comunicado del Grupo.

Las primeras valoraciones del emplazamiento son positivas. Lo cierto es que no pudieron tener mejor día. Protegidos del viento y la mala mar por la punta Lequerica y el edificio de la antigua Rula, los técnicos colocaron tres boyas para marcar un recorrido de unos 550 metros. ¿Los chavales? Encantados. «Después de tantos años sin una rutina en el agua, este entrenamiento sabe a gloria», apuntaron varios de ellos. Una práctica, por cierto, seguida de cerca por una lancha motora que la Federación Asturiana de Vela presta a la sección grupista.

El momento que más atención requiere por parte de los técnicos es la entrada y salida al antepuerto, puesto que los jóvenes palistas deben atravesar la única entrada al Puerto Deportivo. Esta maniobra, por imperativo de la Autoridad Portuaria, debe iniciarla la lancha motora y cerrarla la piragua de uno de los entrenadores. «Nos es peligroso, solo hay que estar pendientes. Los barcos avisan y entran a muy poca velocidad. Hay margen de maniobra», declaró Almudena Ávila a EL COMERCIO, jefa de la sección grupista.

Baño de agua dulce

Aún sin espacio exclusivo en la sede de la Federación Asturiana de Vela, será de obligado cumplimiento para los técnicos el baño de agua dulce a todo el material. «Hay mucho trabajo. Pero nos adaptaremos. Ahora es un incordio importante porque todo el movimiento del material es para un solo turno», lamenta Ávila.

«Desde el Grupo agradecemos el apoyo de todas las instituciones implicadas, y seguimos comprometidos con la promoción del deporte en Gijón, uniendo fuerzas para ofrecer a nuestros deportistas las mejores condiciones posibles para su desarrollo», apuesta Miranda.

Ahora, tras los últimos avances, la pelota está sobre el tejado del Ayuntamiento para la instalación de la luz artificial.

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