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El principal símbolo de la lucha de la ciudad por la defensa de la práctica del piragüismo en el río Piles pasó ayer a ser historia, después de que comenzaran las obras para retirar las compuertas del anillo navegable que durante los últimos ... decenios había servido para iniciación en el mundo de la piragua no sólo a los socios más jóvenes del Grupo Covadonga, sino también de muchos clubes de Gijón. La iniciada ayer se trata de una de las principales actuaciones para conseguir la renaturalización del cauce y fue necesaria la intervención de maquinaria pesada para elevar las dos compuertas metálicas, cada una de un peso de dos toneladas, para posteriormente pasar al derribo de los encabezamientos de los muros de hormigón y de las escolleras. El concejal de Medio Ambiente, el popular Rodrigo Pintueles, siguió de cerca estas actuaciones que consideró «unas de las más destacadas de la eliminación de los azudes de las compuertas y de las traviesas de hormigón que hasta ahora impedían la libre circulación del agua del río».
El proyecto Piles Natural, que prevé la renaturalización del cauce, tiene un presupuesto de 3,3 millones de euros, de los que casi 2,9 son aportados por la Fundación Biodiversidad.
Plazo La obra deberá estar finalizada el 30 de septiembre de 2025.
El objetivo Recuperar el ecosistema fluvial y eliminar la contaminación, por los que se retirarán todos los obstáculos que se encuentra el río y se recuperará el discurrir continuo del agua, evitando la proliferación de bacterias.
Los trabajos continuarán durante esta quincena y el objetivo final es terminar con los problemas de contaminación del río debido al estancamiento del agua, que generaba la proliferación de bacterias y otros elementos nocivos, lo que además motivaba que tuviera que cerrarse al baño algunos días la playa de San Lorenzo en plena temporada estival. De todas formas, este año ya se bajaron las compuertas del anillo navegable de los 90 centímetros habituales a sólo 40, lo que se notó en «una mejora ambiental de la calidad del agua».
El concejal resaltó que «este año no hemos tenido que cerrar por contaminación bacteriana la playa de San Lorenzo en ningún momento, mientras que el año pasado lo tuvimos que hacer tres veces y en años anteriores era algo habitual». Con estos trabajos de renaturalización, Rodrigo Pintueles remarca que se logrará «recuperar el ecosistema natural del río, que el agua corra libre en un río Piles limpio para evitar ese foco de contaminación que estábamos sufriendo». Durante los próximos días los operarios también trabajarán en el cierre del canal de derivación que conectaba los cauces del Piles y Peñafrancia en Las Mestas, tal y como establece el proyecto Piles Natural. Lo fundamental es la retirada de los obstáculos transversales ubicados en la confluencia de los ríos y recuperar así la continuidad longitudinal del cauce. Además, rebajarán la isleta triangular ubicada en ese punto, eliminando sus orillas hormigonadas y nivelando el terreno.
Estas obras de renaturalización del río Piles, junto con los trabajos de rehabilitación de distintos colectores de saneamiento que discurren por las inmediaciones del cauce, son fundamentales para conseguir la mejora ecológica de los ríos pero, además, de la calidad de las aguas de baño en la playa de San Lorenzo, algo que es considerado como prioritario por las autoridades municipales.
El proyecto Piles Natural, que debe estar terminado el 30 de septiembre de 2025, cuenta con un presupuesto de 3.279.106 euros, si bien cuenta con una ayuda de 2.885.613 que aporta la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Entre otras actuaciones previstas, se encuentran disminuir la rigidez de los revestimientos del cauce, aumentar la anchura del espacio fluvial, mejorar la estética de las sendas fluviales y ampliar o adaptar los puentes de la calle Jesús Revuelta y la avenida Albert Einstein.
Los técnicos están teniendo muy en cuenta cómo realizar estos trabajos para causar la menor molestia posible aguas abajo, es decir, en la playa de San Lorenzo. Por eso, la demolición de los azudes se realizará de una manera gradual para permitir la salida progresiva de los sedimentos que se han acumulado hasta ahora en las inmediaciones de las compuertas. Eso tiene como objetivo evitar un aumento excesivo de la turbidez del agua. Una vez retiradas estas barreras, se evitará la ralentización de las aguas y la consiguiente proliferación de algas y micrófitas que posteriormente se descomponen y generan los problemas de contaminación que se han venido padeciendo últimamente.
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