Pesca con truel en Isabel la Católica

Enfundados con equipos de vadeo -el agua les llegaba hasta las rodillas- los trabajadores de la contrata encargada del dragado de los estanques del parque escudriñaron la superficie de la laguna en busca de movimientos que delataran la presencia de anguilas o peces koi, un tipo de carpa asiática de la cual existen hasta 50 tipos diferentes en función de sus colores. Más de 60 de estos últimos se sacaron ayer, Descartada por Parques y Jardines la opción de realizar las capturas mediante pesca eléctrica, por no ser la más adecuada para las condiciones de la obra, se retiraron los peces con ayuda de grandes trueles, un arte de marisqueo que requiere tanta paciencia como pericia.

El procedimiento se repitió tras cada captura. Volcado de las piezas en un cubo y, a continuación, liberación de los peces en el estanque grande del parque, donde no se va a intervenir hasta después de abril. De aquí al viernes se va a seguir con la actividad pesquera en el estanque

Las aves acuáticas que forman parte de la colección del núcleo zoológico gijonés y que se han visto afectadas por el inicio de las obras en la laguna este también han sido puestas ya a buen recaudo. Incluida la pareja díscola de cisnes blancos que el pasado martes trajo de cabeza al cuidador de los aves del parque, José Luis García. Ayer a primera hora los animales, ya más tranquilos, si pudieron ser acorralados y conducidos al cercado en la pradera anexa donde están reagrupadas provisionalmente las aves que habitaban la laguna pequeña.

Los trabajos de dragado como tales comenzarán, si el tiempo lo permite, el próximo lunes con métodos convencionales de excavación. Ya han sido retirados los primeros lodos.

El contrato de las obras de restauración del sistema hidráulico de los estanques del parque Isabel la Católica tiene un plazo de ejecución de seis meses. Los trabajos consistirán en el dragado de los dos estanques y llevar los lodos para su tratamiento a un vertedero autorizado. También incluirán la construcción de una nueva tubería para derivar agua del estanque esta desde el canal de Molín e instalar un nuevo sistema de medida de caudales y de control de la calidad del agua.

La recomendación técnica es que se haga entre octubre y marzo cuando la afluencia del público al parque es menor y evitando que la fase más crítica de las obras coincida con el tiempo de nidificación de las aves (entre finales de marzo y finales de julio). Por eso el contrato establece que se podrán realizar suspensiones, totales o parciales, de las obras entre el 1 de abril y el 30 de septiembre. El coste de esta actuación asciende a 799.117 euros (IVA incluido).