Ni perros orinando en las farolas ni ropa que gotee sobre la calle

Al margen de lo referente a la recogida de residuos, la futura ordenanza contendrá un título dedicado a «higiene urbana», que replica varias prohibiciones y obligaciones que constaban ya en la ordenanza de limpieza de 1988 (sacudir prendas o alfombras desde ventanas) y en otras normas municipales como las de convivencia ciudadana (grafitis, realizar necesidades fisiológicas en la calle...) y tenencia de animales (recogida de excrementos). Pero añade otras como «tender ropa mojada, regar las plantas o cualquier actividad que produzca salpicaduras o vertidos», que los perros «orinen en las fachadas de viviendas y locales y sobre el mobiliario público» y acceder a las playas «con botellas y vasos de vidrio, salvo en los casos con autorización municipal».