«El perfil es un chico de 15 años que gasta 172 euros al mes en alcohol y drogas»

Ese es el retrato robot de los usuarios del programa para menores que ofrece Proyecto Hombre ha realizado el Grupo de Investigación en Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo. Sergio Fernández-Artamendi, Roberto Secades-Villa y José Ramón Fernández-Hermida firman la evaluación oficial que han realizado sobre Reciella.

Para ello, trabajaron con 86 mejores y 105 familiares, de los que habían estado en el programa entre junio de 2015 y noviembre de 2016, así como en los centros e instituciones del Principado que, explican los autores, «pueden ser fuentes de derivación al programa».

Y los resultados han confirmado lo que la experiencia indica a Luis Manuel Flórez, director de Proyecto Hombre, y Sonia Fernández, directora del programa. «El 50% presentaba algún tipo de conflictividad familiar con alguno de sus progenitores. El 61,7% tenía fracaso escolar y el 52,9% problemas legales de algún tipo».

Unas tornas que cambian al concluir el programa. Con una duración media de 30 semanas, según el informe «el 69,11% de los menores que inician el programa lo terminan con alta terapéutica». Entre los que cierran el ciclo, los investigadores detectaron una reducción «de la prevalencia del consumo de cannabis desde el 93 al 52,6%», así como «una reducción significativa en la gravedad de los problemas que presentan los jóvenes en relación al consumo de alcohol y otras drogas».

Además de dejar de consumir, o precisamente por eso, la evaluación demuestra que «se logra una reducción significativa en el nivel de gravedad de casi todas las áreas: mejora la situación psicológica, la familiar, la académica, social y la legal».

El único pero, precisamente, que pone el examen es a la Administración: «Resulta sorprendente el amplio desconocimiento que de Reciella tienen los profesionales de los servicios consultados».