San Pedro rinde un sentido homenaje al melómano Fernando Menéndez Viejo

Su figura fue homenajeada en el templo ante el encuentro de un centenar de personas –entre ellas amigos, compañeros de profesión y familiares– y un grupo coral, compuesto por músicos, directores y el profesor de Órgano Ramón Sobrino. Dieciséis personas –10 hombres y 6 mujeres– interpretaron un repertorio de música sacra. Asimismo, la actuación de la maestra de canto Elena Pérez llenó a la iglesia de una sentida emoción con su voz.

La música para Menéndez Viejo era su vida. En casi muchas formas, pero más aún la de corte religioso. Bien lo recordó su amigo de la infancia José Manuel Odín, quien llevó la dirección del coro de esta ceremonia. En sí, sostuvo Pérez, «fue un referente» en este ámbito. «Por ello, Asturias le debe un homenaje por lo que fue durante tantos años», matizó este sábado la maestra de canto. Y es que además, este melómano empedernido, como explicó el párroco de San Pedro, «deja una obra espléndida y allá donde esté seguirá componiendo».