Un paseo costero y fluvial de seis kilómetros

El primero de esos dos grandes paseos, del que Martín afirmó que la reforma de la avenida de El Molinón «es continuidad», abarca seis kilómetros a pie. No se trataría tanto de un proyecto 'ex novo' (nuevo) como de ensamblar las piezas ya existentes y las mejoras que están de camino en algunos de los espacios públicos que jalonan ese recorrido.

El concejal de IU remarcó que la remodelación de las dos fachadas marítimas que proyecta en la actualidad el Ayuntamiento de Gijón (la de Fomento y Poniente con concurso de ideas por un lado; y la del Muro con la comisión de trabajo del Colegio de Arquitectos  por otro) enlazan con la peatonalización llevada a cabo a la vera del Piles. Al igual que el resto de actuaciones pendientes desde hace décadas en el litoral gijonés, entre las que destacan el desarrollo urbanístico de los terrenos de Naval Gijón y la operación residencial en la zona de El Arbeyal. Pero también el proyecto de renaturalización del río Piles y su entorno, que está actualmente en fase de contratación y opta a conseguir fondos europeos para su ejecución. El horizonte temporal para tener todas estas obras concluidas instan a la paciencia y a tener una década holgada por delante para conseguir el objetivo completo.

El principal escollo que tiene la configuración de este gran paseo es que a día de hoy no es posible transitarlo de forma continua por el borde costero ya en el mismo arranque, lo que le resta atractivo para los propios gijoneses y para quienes visitan la ciudad. El motivo es que ese 'waterfront' o frente a pie de mar no es accesible entre las playas del Arbeyal y Poniente.

El tramo de Armón y el Tallerón de Duro Felguera, cuya actividad blinda el Plan General de Ordenación (PGO) vigente, no será transitable y accesible mientras esas industrias se mantengan allí. Yel traslado a la ampliación de El Musel que permitiría 'abrir el melón' en esa franja costera es a día de hoy muy complejo.

Más factible es la actuación prevista en el suelo de Naval Gijón cuya propiedad comparten la Autoridad Portuaria de Gijón y Pymar. Queda aún pendiente de resolver el recurso judicial presentado por la sociedad de pequeños y medianos astilleros contra el PGO, que puede dirimir si en ese enclave se podrán finalmente edificar pisos o queda todo tal y como está como ahora y se permiten únicamente actividades hoteleras, hosteleras, comerciales y recreativas. Pero lo que está claro es que se recuperará paseo para los peatones en ese ámbito más cercano al Acuario y a la playa de Poniente.

Aquí la verdadera duda, a la postre, es si el Ayuntamiento va a acabar adquiriendo esos terrenos para facilitar el parque empresarial vinculado a la economía azul del que se viene hablando desde hace más de una década o se va finalmente a un modelo de colaboración público-privada. El desarrollo urbanístico en cualquier caso de ese suelo requiere la tramitación de un plan especial.

En el entorno del Club Natación Santa Olaya, al margen de la futura ampliación de la entidad deportiva, está el proyecto residencial que promueve la promotora Culmia en la zona y que arrancará en el segundo trimestre de 2022. La actuación, pendiente de desarrollo desde 2004, contempla la construcción de tres bloques en los terrenos situados entre el camino de El Arbeyal y el Club Natación Santa Olaya, que antes estaban ocupados por naves industriales y en los que ya hace tiempo que existen los solares para estos inmuebles y parte de la urbanización del suelo recogida en el plan especial. Se trata de terrenos comprendidos, como la propia playa, entre los barrios de La Calzada y El Natahoyo, al oeste de Gijón.

Los tres edificios, según la propuesta aprobada por el Ayuntamiento, alcanzarán en su punto más elevado siete plantas (bajo, más seis alturas), además del ático.

No obstante, su diseño con terrazas escalonadas mirando hacia la costa hará que en la parte más próxima a la playa solo tengan tres (bajo, más dos alturas).

La ejecución de las remodelaciones de las dos fachadas marítimas están sobre la mesa. El jurado del concurso de ideas para el diseño de la fachada marítima de Fomento y Poniente se fallará el 14 de octubre y el proyecto de obra municipal que se llevará a cabo no se basará en una sola de las 13 propuestas presentadas, sino que se elaborará un compendio con varias de ellas. Los costes de ejecución y plazos no se sabrán casi seguro hasta final de mandato. Ypara el Muro otro tanto de lo mismo a partir de que la comisión de trabajo presente sus conclusiones a lo largo de este mes.

En cuanto al proyecto de rehabilitación y renaturalización de los ríos Piles y Peñafrancia en su curso bajo, la empresa adjudicataria tendrá seis meses para redactar el encargo, que priorizará la viabilidad económica, el diseño sencillo y exige analizar mecanismos no permanentes para la práctica del piragüismo.