Cómo pasar de un calendario de vacunación pediátrica «muy bueno» a uno «imbatible»

Esas recomendaciones son cuatro: la primera, la incorporación al calendario vacunal de la tetravalente del meningococo, que protege frente a cuatro serogrupos (A, C, W e Y). No todas las comunidades autónomas la tienen introducida en sus respectivos calendarios. Asturias sí, desde 2017.

La segunda recomendación es proteger frente al meningococo B a los adolescentes, inmunizando a los 12 años a los que no fueron vacunados durante la infancia y dispensando una dosis de recuerdo a los que sí la recibieron siendo niños. Se puede utilizar cualquiera de las dos vacunas disponibles: Bexsero o Trumenba.

Tercera recomendación: adelantar de los 12-14 años actuales a los 10-12 años la vacunación frente a la tosferina, «atendiendo a los recientes brotes en este grupo de edad y su alta incidencia». Cabe recordar en este punto que el año pasado se registraron 30.982 casos en España y que hubo cinco defunciones por esta enfermedad: la de tres lactantes cuyas madres no habían sido vacunadas durante el embarazo o habían recibido la vacuna días antes del parto (y, por tanto, sin tiempo a pasar anticuerpos al feto) y la de dos adultos con enfermedades subyacentes. Asturias es de las pocas comunidades que cuenta con esta vacuna dentro del calendario pediátrico: la dispensa a los 13 años. Este año se han sumado Andalucía y Madrid (a los 14 años) y Cataluña (a los 11-12 años). Lo que la Asociación Española de Pediatría (que representa a cerca de 13.000 pediatras hospitalarios y de Atención primaria) recomienda es que todas las comunidades ofrezcan esta vacuna y que se adelante la edad de dispensación de la misma a los 10-12 años.

La cuarta y última recomendación es adelantar la segunda dosis de la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) y de la vacuna de la varicela a los dos años. Ahora mismo está en los 3-4. Se quiere así asegurar una protección temprana, «porque está habiendo varios brotes de sarampión». El año pasado hubo en España 217 casos y solo en los tres primeros meses de este 2025 ya van 150. «Hoy mismo he tenido conocimiento de un caso en el área sanitaria de Jarrio. Es un virus muy contagioso y está circulando», alertó Francisco Álvarez.

Los expertos creen que hay varios motivos por los que es probable que el virus del sarampión continúe circulando a corto plazo, como el hecho de que la enfermedad puede seguir dándose en los menores de doce meses que aún no han sido vacunados, además de en los niños que no han alcanzado la máxima protección por tener menos de tres o cuatro años. Además, también pueden aparecer casos en adultos nacidos antes de 1981, año en el que comenzó a administrarse la segunda dosis de forma sistemática, lo que, según la Asociación Española de Pediatría, «reafirma la necesidad de insistir actualmente en la vacunación infantil contra esta enfermedad». De momento, para los adultos nacidos después de1978 (cuando se introdujo la vacuna del sarampión) que en su día recibieron las dos dosis de vacunación (por encima de los doce meses de vida, con una separación entre una y otra de al menos un mes) están protegidos y no necesitan ningún refuerzo. ¿Y los nacidos antes de ese año? «En teoría han pasado el sarampión, en teoría, con lo cual tampoco deberían repetir», anotó Francisco Álvarez.

En Asturias, la tasa de vacunación de la población infantil con la segunda dosis del sarampión es del 94,38% y con la segunda dosis de la tosferina, del 94%. En ambos casos se queda por debajo del 95% que aconsejan los expertos y que solo cumplen media docena de comunidades autónomas.

Lo que ha sido «un éxito» en el Principado, a juicio de Álvarez, han sido las campañas de vacunación tanto frente a la tosferina como a la gripe en mujeres embarazadas. En este último caso «se llegó a un porcentaje por encima del 80%, que me sorprendió», reconoció el pediatra. En el caso de los niños de entre 6 y 59 meses, se vacunó frente a la gripe el 60% de la población, lo que hace de Asturias «la segunda comunidad en cobertura», pero no es una cifra que satisfaga a los pediatras: «Querríamos llegar al 95%». Considera Francisco Álvarez que, con más facilidades, por ejemplo adelantando el inicio de la campaña de vacunación a octubre (este año comenzó a mediados de noviembre) y manteniendo las vacunaciones también en horario de tarde, «el año próximo podríamos llegar al 75% por lo menos».

En el marco de las jornadas de Gijón, que concluirán mañana sábado, el presidente de la Asociación Española de Pediatría, Luis Carlos Blesa, ha abogado por que en España exista «un calendario de inmunizaciones único», de modo que se mantenga el «principio de equidad» en la prevención de las enfermedades, ya que «no se justifica que haya diecisiete calendarios de vacunación», uno por comunidad autónoma. También se insistió en otra vieja aspiración de la AEP: la creación de un Comité Nacional de Inmunización, en el que, además de los profesionales y sociedades sanitarias, estén representados el Gobierno central y las comunidades autónomas, la ciudadanía y la industria responsable del desarrollo de las vacunas y en el que se puedan adoptar «decisiones consensuadas» entre todos.