Partido y gobierno municipal de Gijón, condenados a entenderse hasta el final de mandato

El último lío fue el del Piles, que Aurelio Martín «nadie miraba para ello, el problema se acumulaba, y llegaba momento que iba a rebasar el vaso». Aplicó una máxima similar para otros proyectos que han salido de su concejalía defendiendo «hemos intentado intervenir y hecho propuestas para la ciudad». De ellos, el Plan de Movilidad es que parece que va a traer mayores quebraderos de cabeza. Ya parecía encarrilado, tras una aprobación del documento inicial en junta de gobierno, pero la dirección del PSOE local ha hecho observaciones que no han sentado nada bien en la coalición. No tanto por el contenido, sino por las formas. Y porque, como dijo Aurelio Martín, «este no es un proyecto de IU sino del gobierno». No obstante, este frente, se convierta o no en una guerra abierta, tiene fecha de caducidad: el 1 de enero de 2023 tiene que estar aprobado.

Distinto es el caso del reglamento de laicidad desvelado por EL COMERCIO a principios de julio. Es uno de los asuntos que viene y va, y al que la oposición tiene más ganas de hincarle el diente. La redacción final del boceto se presentó en una reunión del seguimiento de pacto entre PSOE e IU. Forma parte de ese acuerdo de gobierno aunque, desde aquella fecha, sigue en el cajón. Ana González se había comprometido a sacar este texto, que regulará el mandato constitucional de aconfesionalidad y garantizará la neutralidad religiosa de los poderes públicos locales, antes de que acabase el mandato.

12 millones inasumibles

Pero donde se pondrá a prueba la sintonía entre el equipo de gobierno estrictamente socialista y la dirección local es en lo que aún está por aprobar. Antes de recordar los 'qué' tengan en mente la imagen -por dos veces- de los concejales que posaron junto a Ana González. El pabellón del Oeste es uno de los quebraderos de cabeza que quedan para el resto del mandato. El edil de Obras Públicas, Olmo Ron, presentó un proyecto ambicioso y detallado. El conflicto está en que, como adelantó EL COMERCIO, sobre la mesa se ha puesto un diseño de 12 millones de euros que el área de Deportes -liderada por José Ramón Tuero- ve conveniente reducir al considerarlo inasumible. Queda por ver de qué forma media la dirección socialista en este asunto. De este mismo proyecto sale una variable más, la financiación de otros proyectos, ya sea este u los que se hayan anunciado y esté previsto lanzar el los próximos meses. Es decir, cuál es la capacidad presupuestaria del Ayuntamiento para asumir en los próximos años desembolsos del calibre del pabellón.

Todo esto desemboca en el periodo que se abre ahora: la negociación presupuestaria que está precedida de la específica de ordenanzas fiscales, que serán presentadas el jueves. El gobierno local propone subir un 30% la basura y un 5% el agua en 2023. Todo esto cae del área liderada por Marina Pineda. Serán las primeras cuentas con Monchu García al frente del PSOE gijonés y, por tanto, está por ver qué papel juega el partido en las conversaciones con otras formaciones para garantizarse apoyos. Ana González había recalcado el viernes: «Los gobiernos pertenecemos a los partidos antes, ahora y después, y no puede ser de otra manera».