Las parroquias rurales de Gijón estallan contra la oleada de robos: «Estamos indignados y desprotegidos»

«El enfado va camino de la indignación». Los vecinos de las parroquias rurales estallan contra la oleada de robos y exigen al Ayuntamiento y a la Delegación del Gobierno «medidas de seguridad urgentes». En los dos últimos meses se han registrado más de una veintena de robos en Somió, Castiello, Cabueñes, Deva y Santurio, con otros puntuales en otras parroquias de la zona rural. Ayer mismo los ladrones asaltaban un chalé en Castiello, en la urbanización El Cerrón, próxima a la plaza del Curullu.

Entraron entre las 5 y las 8 de la tarde y se llevaron dinero y joyas. Los ladrones se volvieron a escapar antes de la llegada de las fuerzas de seguridad. «Estamos atemorizados, no podemos ni dormir», aseguran los vecinos.

«Hemos acudido a cuantas instancias hemos identificado como responsables para solucionar esta situación: concejalía de Seguridad Ciudadana, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, delegación del gobierno, obteniendo respuestas tan peregrinas y poco acertadas e incluso hirientes como 'también se roba en Viesques' o que 'a veces no se denuncia porque hay dinero negro», critican desde la asociación de vecinos San Julián de Somió.

Soledad Lafuente, presidenta del colectivo vecinal, razona que «el hecho de que también se robe en Viesques debería ser un motivo más de preocupación para nuestra Policía, lo que desde luego no debería ser es un consuelo para nadie». «La Policía dice que Gijón es una de las ciudades más seguras de España, no lo discutimos, pero por lo menos Somió a día de hoy no parece serlo», ataja.

La «indignación» traspasa los límites de la parroquia de Somió y llega allí donde la 'banda del Mercedes' ha dejado su impronta. «Estamos muy intranquilos, no sabemos cuándo te va a tocar a ti viendo que están entrando en muchísimas casas de Castiello», lamenta José María Costales Rubiera, presidente vecinal. «En la plaza del Curullu entraron a robar prácticamente en todas. Por poner un ejemplo, uno de los dueños salió de casa para ir a una cena y casi no le había dado tiempo a llegar al restaurante cuando le llamaron porque le habían entrado a robar en casa. Nos tienen vigilado», dice.

Los asaltos se registran en horario vespertino, aprovechando las ausencias de los moradores. «Se ve a la Guardia Civil y a la Policía Nacional patrullando por la zona, pero seguimos igual, con Castiello se están cebando», asegura el presidente vecinal, que ya no sabe qué puerta institucional tocar para «contribuir a que los vecinos se tranquilicen, esto ya es mucho...». Y llevan semana tras semana sin tregua. «Antes parece que eran solo los viernes y los sábados, pero ahora es hasta los lunes...», se lamentan.

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural 'Les Caseríes' se consideran «desprotegidos». «Nos reunimos hace días con el concejal de Seguridad Ciudadana y después de más de una hora de encuentros no dijo que el tema de los robos no era competencia de él y que tampoco podían poner cámaras», explica Miguel Llanos, presidente de 'Les Caseríes'. La sorpresa, asegura, llegó «cuando en la delegación del Gobierno nos aseguraron que para poder instalar cámaras las tenía que autorizar el concejal de Seguridad Ciudadana o la alcaldesa, es un despropósito».

Mientras los robos continúan a un ritmo vertiginoso, el malestar vecinal va creciendo exponencialmente. En octubre el propio comisario de la Policía Nacional, Dámaso Colunga, intervenía en la fiesta de los Santos Ángeles Custodios y aseguraba que no había un problema con los robos en viviendas en el concejo de Gijón. A día de hoy, mes y medio después, han sido asaltados más de veinte chalés. El último ayer mismo en plena tarde.