Las algas colonizan el lago de Isabel la Católica

Una de las teorías que se barajan desde el servicio de Parques y Jardines es que estas algas filamentosas están aflorando de forma desmedida en el estanque principal porque no hay peces que se alimenten de esas praderas acuáticas. La laguna pequeña, la de la escultura de Las Driadas, sí está libre de estas algas porque en ella habitan decenas de carpas asiáticas, también conocidas como peces koi. Estas carpas quedaron en el estanque pequeño y no se han movido de allí desde hace un año, cuando se vació la mayor de las zonas húmedas del parque de Isabel la Católica para ejecutar su parte de los trabajos de dragado.

El sistema que comunica ambos estanques para que los peces puedan transitar de forma natural parece que no está funcionando. En este momento hay dos carpas en el lago grande y es porque el cuidador de los animales del parque, José Luis García, las ha llevado allí.

Para empezar a adoptar medidas antes de que llegue el calor y la subida de temperaturas en esta masa de 15.000 metros cúbicos de agua se fijará hoy una reunión, con carácter de urgencia en el Ayuntamiento, a la que están citados la Empresa Municipal de Aguas (EMA), Parques y Jardines y el jefe del servicio de Medio Ambiente, Jesús Fernández Testón. Lo que se pretende es actuar con premura antes de que la eutrofización del agua haga de las suyas y más adelante llegue la descomposición bacteriana con la pérdida de oxígeno, liberación de toxinas y de malos olores.

Al margen de dar un imagen antiestética a la laguna, la presencia de estas algas es una seria amenaza que puede acabar asfixiando la vida en el hábitat de muchas aves acuáticas que en este momento apenas tienen ya espacio para nadar ante el implacable avance de la 'sopa verde'.

Uno de los factores que está retrasando a modo de 'cortafuegos' que se produzcan daños graves en el ecosistema del estanque grande de Isabel la Católica es la ganancia de hondura en esta zona húmeda gracias al reciente dragado municipal. Esos trabajos, que conllevaron una inversión de 932.994 euros, han propiciado una profundidad media en 1,50 metros, cuando antes del dragado no pasaba de los 50 centímetros en el estanque grande por la acumulación de sedimentos.

El Ayuntamiento dispone desde el pasado otoño de una estación en el principal parque gijonés que recoge información en tiempo real sobre la calidad y cantidad de las aguas estancas de los dos estanques del parque. Con esta monitorización se puede saber si se produce cualquier alteración química o física que ponga en peligro el ecosistema de las lagunas del emblemático núcleo zoológico gijonés.