Pantallas gigantes para rememorar los Fuegos del año pasado

De esta manera, y pese a que se vieron obligados a cancelar la cena, el Abba Playa ofreció una sesión de cóctel con la proyección del espectáculo pirotécnico, una salida de emergencia en un verano atípico. «No podemos hacer el evento que hacemos otros años, es evidente», afirman desde el hotel, donde diseñaron hasta cinco pases entre las diez y las doce de la noche. Pese a que el aspecto que lucía la terraza era muy diferente al de otros años, varios grupos de gijoneses no dudaron en acercarse. «Al no ofrecer cena como otros años, es normal que vayamos a tener menos clientes», comentaban en el hotel durante el primer pase de la noche. La velada, que clausuró antes de lo habitual debido a las restricciones por la pandemia, alcanzó su punto más extraño cuando, a medianoche no se escuchó el estallido de los fuegos artificiales.