El padre de Olivia relatará a la jueza su batalla por la custodia

Eugenio aseguró haber vivido «un calvario» con la veintena de denuncias interpuestas por su exmujer, Noemí Martínez Largo, de quien se separó cuando la pequeña tenía poco más de un año. Su intervención será por videoconferencia desde los juzgados de Segovia.

También está citado el hermano de la acusada, Guillermo. Fue él quien dio la voz de alarma y llamó a la Policía Nacional de Gijón al recibir un mensaje de Noemí en el que le decía: «Antes que entregársela a él, la mato». A partir de ahí no pudo ya contactar con su hermana.

Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) señalaron, apoyándose en los informes de la autopsia, que cuando Noemí Martínez Largo le envió a su hermano un mensaje de teléfono, ya habría ejecutado su amenaza y la niña estaría muerta. Habría convivido con el cadáver un día entero, desde el sábado 29 de octubre hasta la noche del domingo, cuando los policías lograron entrar tras localizar al dueño del piso y que les facilitase las llaves.

Dentro encontraron el cuerpo sin vida de Olivia en una cama en la que también estaba su madre. Había tomado pastillas, pero estaba consciente. Fue trasladada al Hospital de Jove y apenas unas horas después recibió el alta médica para ser llevada a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional. Ni allí ni tampoco ante la jueza de guardia quiso declarar. Mantuvo un silencio absoluto. Desde entonces permanece en el Centro Penitenciario de Asturias.

A la acusación particular, ejercida por el progenitor (a través de sus dos abogados Daniel Labrador e Ignacio Blanco, diputado de Vox en Asturias), se sumará la acusación popular. La Asociación Custodia Compartida ha decidido personarse en el procedimiento judicial y solicitar la máxima condena recogida en el Código Penal, al igual que hará la acusación particular: prisión permanente revisable.