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OCTAVIO VILLA
GIJÓN.
Sábado, 28 de diciembre 2019, 00:27
La pasada semana, el director del Codema, Simón Cortina, y el padre Arturo Muiño acompañaron al decano de los claretianos gijoneses, el padre Luis Villanueva, a la casa de ejercicios y de reposo que la orden tiene en León. Para quienes ... conocen al padre Villanueva, era mala señal, porque a sus 96 años este religioso nacido en 1923 en Burlada (Navarra) seguía siendo un milagro de vitalidad y ánimo, con apenas alguna merma en su salud desde marzo pasado.
No pasaron siete días y ayer, a las nueve y media de la mañana, se produjo el desenlace. La vida de Luis Villanueva llegó a su fin entre compañeros claretianos, a los que dedicó su vida desde los años 30 del siglo XX, cuando ingresó en la Congregación de los Misioneros Claretianos. Profesó en 1941 y fue ordenado sacerdote en 1949. Tras pasar, ya como educador y formador, por los colegios claretianos de San Sebastián y Bilbao, en 1959 llegó al Corazón de María, en Gijón.
En el colegio gijonés fue profesor de Arte, Literatura y Religión, dirigió el internado y fue prefecto de disciplina, una responsabilidad que en los días que corren se denomina coordinador de convivencia. También fue muchos años tutor en los cursos de 3º de BUP y en COU. De intenso carácter y profundas convicciones religiosas y éticas, le recuerdan con cariño la práctica totalidad de las generaciones que han ido pasando por el Codema. Se mantuvo en activo hasta hace solo 8 años, con los 88 cumplidos, en tareas de apoyo. Y hasta la semana pasada seguía residiendo en la comunidad claretiana gijonesa y participando en actos educativos.
De hecho, en las reuniones de la Asociación de Antiguos Alumnos del centro acostumbraba a aparecer para dirigir unas palabras a sus exalumnos y extutorados, de los que recordaba nombres y detalles familiares.
Además de sus funciones como claretiano, el padre Villanueva fue también capellán de las Ursulinas, las Dominicas del Sanatorio Covadonga, el colegio Madre Larrañaga (donde celebró eucaristía diaria hasta marzo pasado) y de la plaza de toros de Gijón, donde celebraba misa en el albero a la una de la tarde del día de Begoña y donde fue un habitual aficionado hasta la última feria. Sorprendente y versátil, el padre Luis Villanueva interpretó un pequeño papel -de cura oficiando una boda- en la película de 1965 'Jandro', rodada por Julio Coll en Gijón, con Arturo Fernández y Agustín González como actores principales.
A las once de esta mañana se celebrará en la casa de ejercicios de los claretianos en León su funeral y su posterior entierro en la capital leonesa. El jueves, 9 de enero, a las 18 horas la comunidad educativa gijonesa y el resto de fieles podrán despedirse del siempre incombustible, elegante y dulce por encima de su firmeza padre Villanueva. Ayer fueron numerosos los exalumnos y profesores que se pusieron en contacto con este diario para transmitir su pesar y su afecto a los miembros de la comunidad claretiana, en especial a la de Gijón. Sus famosas 'tres gaviotas' con las que pasaba lista volarán con él al cielo, como merece.
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