Pablo Carreño, profeta en su tierra

El gijonés recibe en el Grupo Covadonga el homenaje más especial después de ser bronce en los Juegos de Tokio | «Todos me habéis ayudado para obtener la medalla de bronce», reconoció un emocionado Carreño

Viernes, 10 de septiembre 2021, 19:11

Delante de todos esos niños que algún día sueñan en ser como él, Pablo Carreño recibió en el Grupo Covadonga, su club, un caluroso homenaje después de la proeza del tenista gijonés al ser bronce olímpico en los Juegos de Tokio. «Carreño quiero ser como ... tú», se leía en un cartel que sujetaban Miguel Valdés, Sergio Fanjul, y Jorge Roza, tres alevines que tienen como referencia al gijonés, formado en el Grupo Covadonga antes de salir rumbo a Barcelona para ganarse la vida como profesional. «¡Pablo! ¡Pablo!», vitoreaban una y otra vez los presentes. Desde más de treinta minutos antes del comienzo, la expectación en los alrededores de la pista número 8 del Grupo ya era máxima para recibir a un Carreño muy emocionado y que llegaba tras ser homenajeado por la mañana en el Ayuntamiento y antes de que le tocara una última parada en El Molinón, en un día muy especial.

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Nada hace más feliz a Carreño que pisar de nuevo las pistas donde comenzó a forjar su leyenda y hacerlo además como un auténtico ídolo. Profeta en su tierra. Aunque sea pista. Familiares, amigos, socios, ex profesores y también compañeros se juntaron para mostrar al gijonés todo el cariño, admiración y respeto que se ha ganado con sus logros, el último en Tokio tras hacerse con ese tan celebrado bronce al derrocar a un tenista histórico como es Novak Djokovic. «Tenía muchas ganas de venir a Gijón y celebrar la medalla de bronce con vosotros. El Grupo es mi casa. Todos los que estáis aquí, con vuestro apoyo y mensaje habéis ayudado para obtener la medalla de bronce en Tokio. Espero seguir celebrando éxitos con vosotros. El Grupo es mi familia. Ser parte de este gran club es un orgullo y un placer», dijo el tenista, que respondió a las preguntas de algunos de esos niños que entrenan cada día para también llegar. «Hay que entrenar para tener la posibilidad de algún día llegar, pero en el tenis solo gana uno y no es fácil. Todas las semanas pierden todos menos uno», explicó. El tenista recibió además una placa por parte del Grupo Covadonga antes de fotografiarse con los niños, presentes en la pista 8.

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