Tensión en el Ayuntamiento de Gijón con peticiones de dimisión y la oposición abandonando el Pleno

«Exageran e intentan generar una gravedad que no existe sobre algo que no es más que una errónea interpretación contable ya subsanada y cuya dimensión es del 4% de la cantidad asginada al grupo municipal. Ya he devuelto el dinero y reparado un mero error formal a la hora de imputar un gasto. Y lo que dice el Tribunal de Cuentas es que esos gastos, reales y justificados, los tenía que haber abonado el partido y no el grupo municipal». Fueron las explicaciones que dio este miércoles en el Pleno la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, sobre la sentencia del Tribunal de Cuentas que la obligó a reintegrar en las arcas municipal 31.000 euros más intereses (en total, 35.000) por diferentes gastos realizados entre los años 2017 y 2019 con cargo a las aportaciones del Ayuntamiento al grupo municipal de Foro. Lo hizo durante una comparecencia que había sido solicitada por PSOE, IU y Podemos y que centró una bronca sesión plenaria de cuyo orden del día habían sido excluidas varias preguntas de la oposición relativas a ese mismo asunto. Y aunque Moriyón lo justificó en «un principio de economía administrativa», PSOE, IU, Vox y Podemos respondieron a esa decisión abandonando en bloque el salón de plenos en cuanto acabó la mencionada comparecencia y sin esperar a que se tratara el único ruego que sí entró en el orden del día (del PP, y aceptado por su socio de gobierno, para reservar espacio frente al Teatro Jovellanos para instalar una escultura de Arturo Fernández).

«Se ha consumado el secuestro de la democracia por parte de un gobierno que en las últimas semanas ha enseñado su auténtica cara de autoritarismo, soberbia, propaganda engañosa y engaño permanente a la ciudadanía», criticó a la salida del Pleno el portavoz municipal socialista, Luis Manuel Flórez 'Floro', quien consideró que «Gijón no tiene alcaldesa y Foro se ha mostrado como un proyecto fallido». Lamentó que durante su comparecencia «la alcaldesa no haya contestado a nada» sobre la sentencia del Tribunal de Cuentas y en su lugar haya hecho «un nuevo ejercicio de victimismo y una maniobra infame para acusar de barbaridades al resto de partidos, cuando no hay ningún fallo en contra pero ella sí está condenada». Y es que Moriyón aprovechó su intervención en el Pleno para acusar a la oposición de «un intento de difamación» y buscar «un altavoz para amplificar sus discursos de odio y frustración».

La regidora criticó que los partidos de la izquierda no hubieran presentado para su debate en la sesión plenaria iniciativas referentes «a cuestiones que redunden en mejoras para los gijoneses» sino que optaran «por traer preguntas redundantes y repetitivas sobre un mismo tema para cubrir el expediente, haciéndolo además en conjunto con la extrema derecha», en referencia a las preguntas presentadas por Vox. Les acusó de «hacer desde el resentimiento una política para destruir personas en la que se ven enemigos y no adversarios « y aseguró que «ya cuando llegué a la Alcaldía en 2011 el PSOE y sus partidos satélite centraron su estructrua en intentar desacreditarme para que abandonara, una estrategia de acoso que paradójicamente solo les salió bien una vez, con una alcaldesa de su propio partido». Añadió que los socialistas «han traspasado en muchas ocasiones todas las líneas rojas y he tenido que ver cómo enseñaban en la sala de prensa mis contratos de trabajo privados o ponían serenos a vigilarme y hacerme fotos para comprobar cuántas veces a la semana iba a operar». Sumó a estos «intentos de difamación» que ahora «quieran hacer creer a la ciudadanía que yo o mi partido nos hemos beneficiado de dinero público, cuando cada vez que alguien ha acudido a la vía penal tanto yo como Foro hemos resultado absueltos». Y les acusó en definitiva de ser «herederos y coautores de una máquina del fango que no ha parado desde entonces y que persigue mi destrucción personal».

Pero los reproches de la regidora no se quedaron solo en el PSOE. Recriminó al portavoz municipal de IU, Javier Suárez Llana, «que aparente sensibilidad con la salud mental y luego se preste a colaborar en estas campañas de acoso que me han supuesto en diferentes etapas de mi vida situaciones muy desagradables fruto del desgaste». A Olaya Suárez, de Podemos, que su partido «que no sé si sigue teniendo, llegara a la política prometiendo asaltar los cielos y ahora todo hace indicar que se han quedado para repartir pasquines difamatorios».

Moriyón aseguró que a lo largo del pasado mandato «tanto el PSOE como IU, como partidos de gobierno, tuvieron la oportunidad de personarse en este procedimiento del Tribunal de Cuentas, para lo que recibieron numerosas notificaciones, pero decidieron pasar de un tema que ahora dicen que es tan grave. No lo hicieron porque saben perfectamente que no hay nada de eso y porque tienen pavor a que sus cuentas también sean objeto de revisión». Y aseguró que «todos los gastos a los que se alude estaban debidamente registrados en la contabilidad del grupo municipal, lo que descarta cualquier intención de ocultar nada».

El portavoz del PSOE, que aseguró que ese órgano «fiscaliza nuestras cuentas todos los años», negó en su réplica que exista ningún tipo de persecución hacia la alcaldesa y remarcó que es el Tribunal de Cuentas quien dice «que usó dinero público para fines personales». Pidió a Moriyón «que sea coherente y se vaya, porque estar condenada por esto es indigno. No puede permanecer ni un minuto más al frente del Ayuntamiento, salpicando a la institución con un comportamiento como ese».

Javier Suárez Llana, de IU, consideró que «más que un error contable, viendo que estos gastos se sucedieron durante tres años parece más bien una trama contable». Defendió que su partido también presenta todos los años las cuentas de todas sus agrupaciones locales al Tribunal de Cuentas y añadió que «si las del grupo municipal de Gijón no están a disposición de toda la ciudadanía es porque llevamos desde el inicio del mandato peleándonos con la concejala de Hacienda para que las publique en la página web del Ayuntamiento». Aseguró que el de este miércoles era un Pleno «sin precedentes tanto por celebrarse con una alcaldesa condenada a reintegrar unos gastos que nada tenían que ver con su actividad municipal como por su censura a las iniciativas de la oposición, cercenando el derecho a la participación política de trece concejales». Y consideró que «Carmen Moriyón no está acreditada para seguir al frente de la Alcaldía, ni lo está tampoco Foro, que no es un partido, sino un fondo de intereses».

La portavoz de Podemos, Olaya Suárez, reprochó a la alcaldesa «hacerse la víctima y atacarnos con frivolidad y acusaciones veladas en su último turno de intervención, cuando ya no teníamos opción de respuesta» y calificó de «vergüenza la excepcionalidad antidemocrática en la que vive el Ayuntamiento». Criticó que en su comparecencia sobre la sentencia del Tribunal de Cuentas la regidora «ni ha dado explicaciones, ni ha reconocido los hechos a pesar de haberse allanado, ni ha pedido disculpas. Es pasmoso que después de haber dedicado más de 30.000 euros a pagar sus pleitos particulares, ponerse un año de sobresueldos e irse de 'farturas' no muestre el más mínimo arrepentimiento». Pese a que los tres grupos de la izquierda, que tras el Pleno comparecieron de manera conjunta ante los medios para manifestar estas críticas, coinciden en su rechazo a la continuidad de Carmen Moriyón al frente de la Alcaldía, también descartan la posibilidad de impulsar una moción de censura, asumiendo que «no dan los números», pues para su mero registro sería necesaria la firma de la mayoría absoluta de la Corporación.

Sara Álvarez Rouco, portavoz de Vox, también pidió a Moriyón que «se haga un favor y nos lo haga a todos dimitiendo, porque ha degradado el cargo que ocupa. Si ya tenía poca credibilidad, ahora ya no tiene nada. Y da igual que hablemos de un euro, de cinco o de 30.000. Lo determinante son los actos, y los suyos fueron de un uso fraudulento de dinero público». Consideró que «quien ejerce como alcalde debe hacerlo con un historial impoluto» y reprochó a la regidora de haber «ocultado una malversación que sabía cierta», afirmación que Moriyón le pidió aclarar si suponía una acusación, ante lo que la concejala reiteró que «me remito a la sentencia». Álvarez Rouco añadió que el argumento del error contable «no hay por donde cogerlo» y remarcó que el hecho de haberse allanado ante la sentencia del Tribunal de Cuentas «no tiene más interpretación que un reconocimiento de los hechos, una admisión de haber hecho uso de dinero público para fines privados».

La vicealcaldesa y portavoz del PP, Ángela Pumariega, respondió por su parte a varias alusiones sobre la posición que está manteniendo en torno a este asunto su partido como socio de gobierno de Foro. «Ni estoy callada, ni estoy blanqueando nada. Pero quien tiene que dar las explicaciones es la alcaldesa. Que no haya dudas de nuestro máximo respeto por la transparencia en todo lo que tiene que ver con el uso de dinero público». Puntualizó por otra parte que el acuerdo de gobierno suscrito tras las últimas elecciones municipales «no incluía ninguna referencia a hechos ocurridos en mandatos anteriores, sino que marcaba un programa de gobierno para este. Y ese programa no se ve afectado en ningún caso por esta sentencia, que circunscribe la responsabilidad a un grupo municipal, no a un gobierno». Concluyó remarcando que el mencionado pacto «no queda intervenido de ninguna manera por esta sentencia».

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