La Oficina de Movilidad de Gijón plantea «repensar» el Muro, la Costa, Manuel Llaneza y Pablo Iglesias

En su primera intervención pública, Eduardo Fernández fijó como una de sus prioridades la aprobación de la nueva ordenanza de Movilidad, cuyo borrador está a punto de completarse y que el Ayuntamiento confía en poder tener en vigor ya a principios del próximo año. También el Plan de Movilidad, actualmente «pendiente del informe de impacto ambiental». Y manifestó su deseo de que «en este mandato logremos caminar hacia una ciudad más habitable, donde los peatones sean la prioridad, se avance en la movilidad ciclista, que puede tener bastante más recorrido del que ha tenido hasta ahora, y se apueste por el transporte público y por modelos de movilidad no contaminantes». En lo que respecta al tráfico motorizado, señaló que «uno de los aspectos más importantes que nos tocará introducir es la reducción de la velocidad en el casco urbano, apostando por un modelo que ya se está implantando en otros lugares de España y Europa, que es la 'ciudad 30'». En ella, apuntó, el grueso de las calles estarían limitadas a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, «o 20 en algunas», con la única excepción de los principales viales de entrada y salida de la ciudad «y los ejes estratégicos de comunicación», donde se mantendría el límite vigente de 50. «Aumentará la seguridad vial y tendremos calles menos ruidosas y más pacíficas que favorecerán otras movilidades, como pueden ser las ciclistas», argumentó. En la misma línea, añadió la necesidad de «reorganizar algunas partes de la ciudad».

Puso como ejemplo el eje que conforman las avenidas de Manuel Llaneza y Pablo Iglesias, así como la avenida de la Costa. «Ahora se están acometiendo obras de asfaltado, que están bien, pero a futuro hay que repensar esas calles de una forma global, porque son ejes con una densidad de tráfico muy alta y unos niveles de ruido importantes». También consideró «interesante abordar cómo queremos que sean el Muro y toda la zona de Fomento y Poniente. Y no olvidar tampoco los barrios, donde también se puede ganar sitio para las personas. A veces competimos por un espacio reducido y a lo mejor la solución pasa por repensar los espacios que ocupa el coche».

Ayer, por otra parte, la plaza Mayor albergó una muestra de los vehículos eléctricos que utilizan los servicios municipales (Ayuntamiento, EMA, Emulsa y Policía Local), flota que, según el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, «pretendemos ir aumentando como un ejemplo para el resto de la ciudadanía de la movilidad sostenible por la que queremos apostar». Martín anunció un plan de renovación de la flota de EMTUSA a diez años, «empezando primero por la adquisición de vehículos híbridos (ocho se comprarán ya el próximo año) y en tres o cuatro años, cuando ya tengan más autonomía y un precio más accesible, eléctricos». El próximo año, no obstante, podría a empezar a probarse ya un autobús eléctrico «en una de las líneas con recorridos más cortos».