«Hay más oferta de pisos turísticos ilegales que legales»

Lara Martínez recordó que el Principado trabaja en una modificación de la Ley de Turismo en lo que respecta a las viviendas turísticas y consideró que «una de las medidas que tendrá un impacto considerable va a ser el aumento de las sanciones, porque si te enfrentas a una multa de hasta 600.000 euros igual no te compensa arriesgarte». La viceconsejera puntualizó que la figura de las VUT lleva tiempo regulada e indicó que «el problema que está costando controlar no es ese mercado, sino el hecho de que hay más oferta de pisos turísticos ilegales que legales, y eso es lo que lo pervierte todo». Aseguró que su departamento «está sancionando, y mucho» estas actividades irregulares. Y también destacó de la nueva ley que, como ya hace la de Vivienda, «prohibirá expresamente el alquiler turístico de viviendas que tengan algún régimen de protección».

En lo que respecta al impacto general del turismo, destacó que «Asturias ya pensó que tenía que ser un destino sostenible cuando nadie hablaba de ello y por tanto no tiene que desandar un camino mal andado como es la situación de otras comunidades autónomas» y puso como ejemplo de ello documentos como el POLA (Plan de Ordenación del Litoral de Asturias), «que han permitido que tengamos, la costa mejor conservada de España». Añadió que aunque este sector «es una oportunidad, no puede ser del que dependa exclusivamente la región» y en lo que respecta al empleo indicó que «no es tan importante la cantidad como la calidad; no podrá ser un sector de peso sin unas buenas condiciones laborales».

Manuel Cañete destacó la amenaza que supone la «turistificación» para barrios como Cimavilla, «donde ya casi son meros espectadores de la gente que pasa» y consideró que si el Principado no impone una tasa turística, sino que es voluntaria para los ayuntamientos, «a ver quién es el que la va a aplicar». También se refirió a los cruceros, «que no dejan ni un euro en la ciudad, pero seguimos trayendo barcos y barcos para que haga dinero el Puerto».

Jorge Dioni López señaló que ciudades como Ámsterdam «llevan años diciendo que no son un lugar para que los ingleses vayan de fiesta, y no logra dejar de serlo». Consideró que el reto con el turismo «es aprovecharlo, pero manteniéndolo en una dosis adecuada» y se refirió también a «los cambios que hace en la fisionomía de las ciudades», ironizando con que «en el casco viejo de Burgos es más fácil comprar una espada que filetes de pollo».