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Ya en Roma Parte de las viajeras posan ante el ALSA que las transportó desde Gijón en 1934. Pablo Lorenzana
La odisea del primer viaje internacional de ALSA

La odisea del primer viaje internacional de ALSA

Gijón-Roma. Semana Santa de 1934. Trece pasajeros, doce mujeres y un hombre, se subieron al Saurer el 28 de marzo y volvieron el 27 de abril. El álbum de recuerdo de Eladia Prendes lo conserva su sobrino Manuel

Lunes, 11 de diciembre 2023, 02:07

La empresa ALSA cumple este año su primer centenario. No es extraño encontrarse con uno de sus autobuses por cualquier país de Europa, tanto cubriendo servicios regulares como excursiones. Pero esto no es algo nuevo. Si la creación de la compañía fue en 1923, once años después se produjo el primer viaje internacional del que tiene constancia. Fue uno que, partiendo de Gijón, tenía como destino Roma. Pero por el medio, infinidad de paradas en localidades francesas e italianas. De este viaje, que a los ojos de hoy se podría considerar épico, existe abundante testimonio gráfico gracias a una de las viajeras, Eladia Prendes Vigil-Escalera, cuyo sobrino Manuel Prendes conserva en su domicilio de Oviedo un álbum de viaje decorado con acuarelas por José Prendes-Pando Díez-Laviada.

Manuel Prendes, con el álbum de fotos que atesora en su casa.

Por tanto, en esta historia hay dos vertientes. Por una, la humana del viaje que emprendieron un grupo de doce mujeres y dos hombres a la Roma de 1934 y, por otra, la técnica del primer vehículo de ALSA que afrontó un duro periplo por carreteras que nada tenían que ver, ni mucho menos, con las que conocemos en la actualidad.

La colección de imágenes «repasa todo el viaje por donde pasaban, con fotos de todos los sitios. Hay una de los monumentos que visitaban y otras del grupo de viajeros». Así lo refiere el guardián del histórico álbum, Manuel Prendes. Una cosa que le llamó la atención es que «el viaje salió de Gijón por el norte de España, pero en el álbum no hay fotos de Santander, Bilbao o San Sebastián. Una vez pasada la frontera, ya hay imágenes de todos los sitios por donde pasaron, como Biarritz, Nantes, Lourdes, Nimes, Marsella...».

El vehículo Saurer de ALSA, con los viajeros junto a la entrada de un hotel de Avignon, el 17 de abril de 1934. Durante su visita a Venecia, en góndola. Una de las páginas del álbum, decorada con acuarelas de José Prendes-Pando Díez-Laviada.
Imagen principal - El vehículo Saurer de ALSA, con los viajeros junto a la entrada de un hotel de Avignon, el 17 de abril de 1934. Durante su visita a Venecia, en góndola. Una de las páginas del álbum, decorada con acuarelas de José Prendes-Pando Díez-Laviada.
Imagen secundaria 1 - El vehículo Saurer de ALSA, con los viajeros junto a la entrada de un hotel de Avignon, el 17 de abril de 1934. Durante su visita a Venecia, en góndola. Una de las páginas del álbum, decorada con acuarelas de José Prendes-Pando Díez-Laviada.
Imagen secundaria 2 - El vehículo Saurer de ALSA, con los viajeros junto a la entrada de un hotel de Avignon, el 17 de abril de 1934. Durante su visita a Venecia, en góndola. Una de las páginas del álbum, decorada con acuarelas de José Prendes-Pando Díez-Laviada.

La existencia de este importante documento llegó a oídos de ALSA gracias a un familiar de Manuel Prendes, Nicanor Figaredo, «hijo de Alberto Figaredo y Ana María Alvargonzález. Él conocía la existencia del álbum y con motivo del centenario de la empresa le comentó a un conocido que un familiar suyo tenía fotografías de un viaje de 1934 en el aparecía un autobús de ALSA». En realidad, son dos las imágenes del vehículo: una lateral, con el nombre de la compañía, y otra frontal, en la que se puede leer la ruta Gijón-Roma.

Viajeros de la alta sociedad

Pero, ¿quiénes participaron en este viaje? Eran personas de la alta sociedad gijonesa de la época, aunque Manuel Prendes no los pudo identificar a todos. Aparecen Ismael Figaredo, que vivía en la Casa La Riega, y su mujer, Hortensia Quirós Miravalles. También estaba su sobrina Dominica Figaredo Sela, que fue mujer de Juan Alvargonzález. Otra de las viajeras, como se ha dicho, fue Eladia Prendes Vigil-Escalera, además de su íntima amiga Carmina González y de Sara Cueto-Felgueroso González, quien estaba casada con Carlos Pérez Erce y residía en Madrid.

«No se sabe quién hizo las fotos», apunta Prendes, de este viaje que duró desde finales de marzo hasta finales de abril de 1934. Eso sí, el álbum que las recoge «tiene el título de 'Un viaje a Roma' y entre las imágenes está pintado y decorado con acuarela por un tío de mi tía, José Prendes-Pando Díez-Laviada, que era muy aficionado a la pintura».

Foto de grupo de todos los participantes en este viaje.

Al conocer esta historia, los responsables de ALSA iniciaron una investigación en su recién creado archivo histórico. De los documentos de la época se han podido sacar datos fidedignos, como que el viaje fue del 28 de marzo al 27 de abril de 1934, con trece viajeros a bordo y el conductor. El viaje recorrió Gijón, Bayona, Pau, Carcassone, Nimes, Cannes, Niza, Montercarlo, San Remo, Génova, Pisa, Roma, Nápoles, Pompeya, Florencia, Bolonia, Padua, Venecia, Verona y Milán.

En cuanto al vehículo, se trataba de un Saurer que, según el libro de contabilidad de la empresa, era el numerado como 36 ó 37. Corresponden a dos de los tres últimos Saurer adquiridos por Automóviles Luarca, S. A., para el denominado servicio rápido entre Oviedo y La Coruña. En concreto, se compraron el 15 de octubre de 1928. Al número 37 le correspondió la matrícula O-5807 y al 36, la O-5808. Tenían once plazas y costaron 40.000 pesetas.

Reseña en EL COMERCIO

No consta en ningún sitio el motivo específico del viaje, aunque las investigaciones de ALSA apuntan a que tuviera que ver con la Semana Santa en Roma e, incluso, con la celebración de algún jubileo, pero en aquella época se celebró el 'Jubileo de la redención', para conmemorar de forma mundial por la Iglesia Católica la resurrección de Jesús. Se ha localizado una referencia en EL COMERCIO del 29 de abril de 1934: «Regresaron de su excursión a Roma la estimada señora gijonesa doña Carmen Tuero, de Fernández, y sus bella hijas Isabelita y Carmina».

En cien años de vida hay numerosas pequeñas historias como esta del primer viaje internacional, al menos que se sepa. El trabajo que realice a partir de ahora el archivo histórico de la compañía podrá alumbrar nuevos hitos que han dado en producir no sólo lo que es ahora ALSA, sino también la Asturias en la que nació y en la que se ha desarrollado hasta ser el gran emporio del transporte que es hoy.

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