Las obras de la futura estación de autobuses de Gijón se harán tras el traslado de los trenes a la intermodal

Los redactores del proyecto de integración ferroviaria presentado esta semana por Adif debían incluir en su propuesta un emplazamiento concreto para la estación de autobuses junto a la terminal de trenes, así como un diseño preliminar de la misma «con el detalle necesario para garantizar su compatibilidad con el resto de las obras». El punto de partida era el estudio informativo aprobado en 2020, que planteaba construir las dársenas soterradas a siete metros de profundidad. Pero finalmente los autobuses se ubicarán en superficie, en paralelo a la calle Sanz Crespo (que se repondrá en su antigua ubicación), a lo largo de 220 metros frente al Palacio de Justicia y la futura sede de la Policía Local. La ubicación propuesta coincide parcialmente con la que ahora ocupa uno de los andenes de ancho ibérico (Cercanías y larga distancia) de la estación provisional de Sanz Crespo, por lo que la construcción de esa pieza del complejo intermodal no podrá iniciarse hasta que los trenes se hayan mudado a la nueva estación. Y ello, sin dejar de lado el hecho de que la reposición de la carretera por la que los autobuses llegarán y saldrán de la estación tampoco será posible hasta que se desmantele la actual infraestructura ferroviaria.

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Será el proyecto definitivo el que fije las fases en las que se construirán las diferentes partes de la estación intermodal, si bien las empresas que opten a ejecutar la obra también podrán presentar cronogramas que mejoren el proceso. No obstante, ya existe un pequeño bosquejo de estas etapas, con una secuencia que responde a una propuesta meramente funcional que busca evitar alteraciones al tráfico ferroviario o que este tenga que interrumpirse.

Lo primero será la construcción de la nueva estación de Cercanías, que estará soterrada a 12,80 metros de profundidad, y la derivación a la misma de los trenes de la línea C1, que serán los que en futuro continúen hacia el túnel del metrotrén. A continuación se construirán, ya en superficie, los andenes para los trenes de larga distancia, que se situarán en el lado de la estación más próximo a la Comisaría de la Policía Nacional. Cuando concluya esta obra y estos convoyes empiecen a utilizar la estación intermodal, podrán desmantelarse las vías de ancho ibérico de la provisional.

La siguiente etapa será la construcción de los nuevos andenes y vías de ancho métrico (antigua Feve), que sustituirán a los que desde marzo de 2011 permiten este servicio en la estación de Sanz Crespo. Cuando estos trenes se trasladen también a Moreda podrá comenzar finalmente el desmontaje de toda la playa de vías, la recuperación del trazado original de Sanz Crespo y la construcción de la estación de autobuses. Esta terminal para el transporte por carretera dispondrá de veinte dársenas dispuestas «en espina de pez», otras tres dársenas lineales, aseos, cafetería, taquillas y espacio para tres oficinas. Los redactores del proyecto destacan que su ubicación en superficie «reduce el coste de ejecución y mejora la operativa y la experiencia de los usuarios».