«El nuevo grado en Ingeniería de Datos pone a la Universidad en el siglo XXI»

Pese a que «podía haber llegado un poquito antes», el título «llega a tiempo» para provocar una ruptura, un paso adelante en la Universidad. «Estos estudios nos colocan en el siglo XXI, en el siglo del conocimiento, y hoy el conocimiento son los datos», aseveró Villaverde, quien destacó asimismo el salto que supone el hecho de que el grado sea semipresencial «porque así lo hemos querido, no porque las circunstancias nos hayan empujado a ello».

También destacó el acierto que supuso el convertirlo «en un gran proyecto colectivo» en el que él mismo, como catedrático de Derecho Constitucional, colaboró para desarrollar el temario relacionado con la protección de datos y el marco legal del uso de los datos. Villaverde invitó a los potenciales estudiantes a atreverse con un título con tanto futuro que «sin haberlo anunciado tenemos empresas que quieren acoger a estudiantes de primero en prácticas y que ya dicen que la primera cohorte de egresados tendrá trabajo». Estos estudios, invitó en un acto que él mismo calificó de 'marketing académico, los colocarán «en la vanguardia del conocimiento, en la élite de los profesionales que se van a necesitar para una sociedad digital sana».

La implantación de este grado trasciende lo meramente académico. Así lo aseguró el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, para quien «es una buena noticia para la Universidad, el estudiantado, el tejido productivo y, en definitiva, para Asturias». El grado en Ingeniería de Datos permitirá «atraer nuevo alumnado para formarlo en esas profesiones que se empiezan a vislumbrar o están por venir» y poner a esos «nuevos perfiles mutlidisciplinares» a disposición del tejido productivo para acometer la transformación digital de la región. «El talento que surja de este grado va a ser de gran ayuda para construir el futuro de nuestra región», remarcó Sánchez.

Los 61 estudiantes que conformarán la primera promoción estudiarán álgebra lineal y cálculo, pero también ingeniería del software, procesamiento de datos masivos o visión artificial. Podrán elegir optativas como criptografía y codificación de la información o análisis de datos de ciberseguridad. Un completo plan de estudios para una especialización «necesaria» que, según el director del Centro de Inteligencia Artificial y presidente de la comisión que lo elaboró, el catedrático Antonio Bahamonde, permitirá «formar a una nueva generación capaz de resolver problemas con datos, es decir, construir soluciones y responder a las expectativas de la sociedad. La vamos a necesitar».

A él y al resto de su equipo dio las gracias el director de la Escuela Politécnica, Juan Carlos Campo, quien dijo ser consciente «de que la titulación supone una apuesta fuerte de la Universidad y el Principado». «Intentaremos dar lo mejor de nosotros para estar a la altura», garantizó, como también aseguró que «el problema del alumnado no es encontrar empleo sin elegirlo. Son profesiones de alto valor añadido y con muy buen sueldo».

Superado este hito, que permitirá «atraer a personas de otras comunidades limítrofes y a los mejores de nuestro entorno», la EPI se marca nuevos retos para el futuro próximo: los dobles grados con esta titulación y otras ya consolidadas, como Ingeniería Informática y Telecomunicaciones. Algo que, según Campo, «no tendría coste alguno más allá de la complejidad de la organización». Por el momento, al nuevo grado le deseó el rector «mucha suerte, mucho éxito y mucha matrícula».