La nueva sede de la Policía Local tendrá cubierta vegetal y dieciocho patios interiores

La alcaldesa, Carmen Moriyón, y la directora general de Coordinación de Infraestructuras, María López Castro, anunciaron ayer la resolución del concurso de diseño, que estaba pendiente de la justificación de una baja temeraria que finalmente ha sido rechazada.

La propuesta elegida para desarrollar este edificio es 'Pomares', del arquitecto madrileño Fernando Serrano-Súñer, quien presentó una oferta económica de 155.000 euros, que coincide con lo que cobrará por la asistencia técnica del proyecto. El presupuesto total estimado para la nueva sede es de 9.481.000 euros.

Según explicó López Castro la propuesta ganadora del concurso de ideas debe su nombre a que se pretende la recuperación de tilos y pomares en esa zona de la ciudad colindante con el Polígono de Pumarín. El jurado, en el que han participado agentes de la Policía Local, ha valorado un diseño que define «una organización flexible, ordenada y con versatilidad en el tiempo para su adaptación a posibles nuevos usos que se generen en el tiempo».

El diseño ganador plantea una edificación llena de luz con 18 patios interiores que perforan las instalaciones introduciendo la vegetación, ventilación e iluminación natural consiguiendo una gran calidad en cuanto a los espacios. Además el diseño inclusivo del edificio hace que la accesibilidad universal se respete en todas las áreas y usos.

La nueva Jefatura de la Policía Local se desarrolla en dos plantas de sótano dedicadas a aparcamiento, otras tantas sobre rasante que configuran un basamento en el que se ubican los espacios de acceso al público y la zona estancial de la Policía Local. Sobre este basamento se eleva un volumen de cuatro plantas, donde se ubicarán las oficinas de acceso restringido, que constituye el hito urbano que identifica el edificio. Exteriormente dichas bandas generan zonas estanciales, áreas de juego infantiles y otras de ejercicios para mayores intercalándolo todo ello con espacios verdes ajardinados, que incluirán árboles como tilos y pomares.

Para llevar a cabo la intervención la propuesta plantea crear unas bandas paralelas al actual trazado ferroviario sobre las que se apoya tanto el diseño interior como el paisajístico exterior.

La primera banda y la más próxima a la actual zona de vías resuelve por la fachada trasera el acceso rodado a cada una de las áreas que lo necesita. En la planta baja y obedeciendo a dicha organización se ubican el acceso al aparcamiento y las zonas propias de la Policía, tales como la sala de pase de lista, la polivalente... Las siguientes bandas serían para el servicio de tráfico y regulación vial, atestados y oficinas generales de acceso público.

En planta primera se ubicarán las zonas privadas comunes, como vestuarios, gimnasio y sala de descanso. Y en el bloque de cuatro alturas estará el programa de acceso restringido, jerarquizado en función de su afluencia como oficinas, emergencias, logística y jefatura. Dichas dependencias se organizarán de forma perpendicular a la fachada protegiéndose del sol mediante voladizo de cristal y lamas verticales. El edificio incorpora sistemas pasivos de ahorro de energía y eficientes como la geotermia.